Cada pieza de protección puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años
15 oct 2020 . Actualizado a las 13:42 h.Una mascarilla higiénica común, abandonada en un entorno natural, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años, de acuerdo con la información del Ministerio para la Transición Ecológica. El uso de este artículo de protección es fundamental para hacer frente al covid, pero igual de importante es proteger nuestro entorno natural. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia es común encontrar estos elementos abandonados por la calle y en espacios como playas o bosques.
De acuerdo con Sogama, el contenedor adecuado para depositar las mascarillas es el de la fracción resto, con los no reciclables. «Son pequeños residuos, que pesan muy poco, por lo que es fácil que se caigan al suelo. Debemos llevarlos protegidos para evitar que salgan volando y acaben fuera del contenedor. Actualmente están apareciendo en océanos y ríos, por eso insistimos en la importancia de ser cuidadosos y depositarlos en el contenedor adecuado, que es el de restos», indica Esther Campos, responsable de comunicación de la entidad.
Artículos contaminantes
De momento, no hay una cifra exacta sobre la cantidad de mascarillas que han llegado a las plantas de Sogama. «Como se depositan en el contenedor genérico, junto a la fracción resto, no sabemos la cantidad exacta que hemos podido recibir de estos residuos», matizan desde la sociedad, desde donde explican que la parte no reciclable de la basura, en la que se integran mascarillas y guantes desechables, además de otros productos como toallitas higiénicas y bastoncillos de algodón, es valorizada energéticamente, con todos los requisitos ambientales, a temperaturas superiores a 850 grados, garantizando de esta forma la destrucción de patógenos. «Mucha gente tira las mascarillas al contenedor de los plásticos con toda la buena voluntad, pero son materiales contaminantes que no se pueden reciclar», aclaran desde Sogama.
Un centenar en las playas
Para evitar el aumento de residuos en entornos naturales, Ecoembes realiza desde el 2017 la campaña Libera con la que pretenden concienciar a la población de la necesidad de respetar el medio ambiente. Entre sus actividades se encuentra la limpieza de playas. En concreto, este año han limpiado 157 arenales, incluyendo los gallegas de Bens (A Coruña), Portelo (Lugo) y la playa fluvial de A Antena (Ourense). En total, desde la organización indican que han recogido cerca de cien mascarillas y quince guantes hallados entre las diferentes playas españolas.
«Es un nuevo tipo de basura que puede afectar a la fauna y a la flora, siendo incluso un factor de aumento de mortalidad de diferentes especies», alertan desde Ecoembes.