La UE enciende un semáforo epidemiológico para regular los viajes y pone en rojo a España

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CAPOTILLO

La idea es tener normas comunes para cerrar fronteras; las cifras españolas ponen las cosas difíciles para recibir turistas europeas

10 oct 2020 . Actualizado a las 11:54 h.

Algún día habrá que hacer una lista de las cosas que fueron quedando atrás a raíz de la pandemia. Y entre ellas podrá anotarse el espacio Schengen, es decir, la posibilidad de viajar libremente por los estados de la Unión Europea sin tener que preocuparse de fronteras. Tras el embate de la primera ola, se aplicaron criterios variopintos a la hora de cerrar fronteras y limitar la movilidad. El espacio fue quedando diluido. Ahora, la segunda ola embiste con fuerza. Y parece que los Veintisiete tienen claro que hay que hacer algo para que no vuelva a repetirse el desbarajuste y que se reavive el espíritu de poder viajar libremente. La idea es encender un semáforo epidemiológico controlado por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (EDCD). Los países con una tasa de incidencia baja estarán en verde y entre ellos se podrá viajar sin cortapisa. Los que alcancen determinadas cifras pasarán a ámbar y pueden tener limitaciones. Y los que peor van permanecerán en rojo y se establecerán restricciones para que reciban viajeros y para que sus ciudadanos viajen. ¿Cuál es el problema? Que España, por ahora, está casi toda teñida de rojo —menos Asturias—. Y, por tanto, su turismo seguirá machacado.

¿Cómo funcionará el semáforo de la Unión Europea? Medirá tres cosas distintas. Primero, tendrá en cuenta la llamada tasa acumulada de notificación de casos de covid-19 en 14 días —el número total de casos nuevos por 100.000 habitantes en ese plazo y en el ámbito de cada comunidad—, la tasa de positividad —el porcentaje de positivos entre todos los test realizados en una semana— y la ratio de pruebas —el número de test diagnósticos por 100.000 habitantes en la última semana—.

El color verde marcará las regiones en las que la tasa de notificación de casos en 14 días acumulados sea menor de 25 y la tasa de positividad sea menor al 4%. Ayer, ninguna comunidad de España cumplía esos requisitos. El naranja se reservará para las zonas en las que la tasa de notificación sea inferior a 50 pero la de positividad sea del 4% o más, o bien si la tasa de notificación va de 25 a 150 pero la de positividad es menor del 4 %. En ese caso estaba ayer estaban una región española, Asturias.

El temido color encarnado, el de los peores datos, determinará áreas en las que la tasa de notificación sea de 50 o más casos y la de positividad esté en el 4 % o por encima. También se entrará directamente en ese color si, simplemente, la tasa de notificación es de más de 150 por 100.000 habitantes. Ayer, según los datos del Ministerio de Sanidad, Galicia, por ejemplo, estaría en rojo al igual que el resto de las comunidades. Pero sus datos son mejores que los de otras regiones. De seguir por ese camino, podría pasar que la comunidad pasase a ámbar o verde pese a que el resto de España quedase atrás.

Cuarentenas y test a la llegada

Que España esté en rojo tiene una influencia pésima para el turismo. La intención de los Veintisiete es favorecer la movilidad y que el cierre de fronteras sea el último recurso. Pero, ojo, no lo pondrán fácil a los países en rojo. La idea es que entre estados en verde el movimiento sea libre. Que en el caso de las zonas en ámbar se tengan en cuenta criterios poblacionales, tasas de hospitalización y presión en las uci. Y que para recibir viajeros de los países en rojo se pidan test para entrar y establecimiento de cuarentenas y aislamiento. Pongamos un ejemplo: un alemán que venga de vacaciones a Baleares podría tener que someterse a cuarentena de vuelta a su país. Los Estados deberán comprometerse a informarse unos a otros si ponen restricciones a un área.

Fueron los embajadores de los Estados los que consensuaron el documento en el que se ampara el semáforo epidemiológico. Ayer, según informaba la agencia Efe, estaba previsto que quedase cerrado el acuerdo y que el texto sea llevado al Consejo de Ministros de la Unión Europa el martes. A España le tocará luchar para tratar de salir del rojo. No será fácil. A favor de Galicia juega que los datos sean por comunidades y no por países enteros.