«O que pode vaise de Madrid, a xente anda perdida»

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Joaquin Corchero

Gallegos que viven en Madrid cuentan que muchos conocidos suyos hicieron las maletas antes de que en el boletín se oficializase el estado de alarma. Se van a la playa o a ver a las familias

10 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A las tres de la tarde de ayer, viernes, cuando el termómetro pasaba en Madrid de los 25 grados, algunas personas hacían las maletas a contrarreloj para marcharse de puente o por más días de la capital y los otros siete municipios que iban a quedar confinados tras anunciarse el estado de alarma madrileño. El BOE en el que se oficializarían las restricciones podía publicarse en cualquier momento y, entonces, las salidas quedarían limitadas. ¿Había estampida o eran pocos los que se saltaban la recomendación de evitar desplazamientos? Difícil saberlo. La DGT, sobre las 14.30 horas, señalaba que el tráfico era lento, pero el normal de un viernes cualquiera. En la foto fija de la estación de Atocha había movimiento de viajeros. ¿Pero cuándo no en esa terminal? Si se preguntaba a algunos gallegos que viven en la capital, las opiniones eran diversas. Pero todos conocían a alguien que estaba en plena confección de maletas.

Lo contaba, desde el mercado de Vallecas, una vecina de la Costa da Morte llamada Manuela: «Aquí o que pode vaise de Madrid, a xente anda perdida. Está todo o mundo enfadado e desesperado. Os que poden arrear para a praia ou para outro lado fano. E se poden quedar nunha segunda residencia xa non volven».

La impresión de Adrián, un joven de Cambados que estudia y trabaja en Madrid, era también de que muchos se estaban marchando: «Entre los estudiantes se nota que hay quien se marcha. Una compañera mía que trabaja también lo hará, tiene vacaciones y se va a ver a su familia», indicaba. Olalla, de Vilagarcía, no se atrevía a viajar a su tierra. Pero sí conocía a gente que había hecho las maletas a contrarreloj para ir a la playa o a visitar a sus familias en este tiempo incierto.

Menos movimiento veía Sara, del Bierzo, que tampoco saldrá de la capital estos días porque cree que la responsabilidad obliga a quedarse: «Yo creo que hay mucha gente que no saldrá. Es que esto es bastante serio», decía.

Más allá de la capital, desde Getafe, hablaba el dueño de un restaurante de comida gallego llamado Manda Carallo. A él le anularon varias reservas para el fin de semana en cuanto la Justicia suspendió las medidas restrictivas. Cree que pudo ser porque pensaban marcharse fuera. Aún así, el viernes tenía todo completo para comer y cenar en su local. Estaba agradecido.