El líder de la oposición cierra filas con Ayuso y acusa de soberbia al presidente del Gobierno. Iglesias, por su parte, justifica el estado de alarma: «Quienes llevaban semanas oponiéndose a tomar medidas en Madrid no solo ponían en riesgo la salud de la población, sino también la economía»
09 oct 2020 . Actualizado a las 17:22 h.Las reacciones al golpe en la mesa del Gobierno de Pedro Sánchez no se han hecho esperar. El líder del PP ha sido de los primeros en tomar la palabra. Convencido de que Pedro Sánchez ha intervenido Madrid con «fines partidistas», anteponiendo la «soberbia» al diálogo para, en su «obsesión» de «atacar» al Gobierno regional, decretar un estado de alarma que demoniza a los madrileños, ha considerado en rueda de prensa «muy grave» y arrogante que el Ejecutivo haya impuesto las mismas restricciones que el día anterior había tumbado el TSJM. Pablo Casado mantiene que Moncloa ha actuado con fines «políticos», con medidas «aleatorias» y sin criterios científicos, por lo que ha reclamado la comparecencia del presidente del Ejecutivo ante el Congreso. En su opinión, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y su equipo de Gobierno se han comportado con «lealtad» y han demostrado que sus actuaciones funcionan, dado que el impacto en el sistema sanitario ha caído un 40 %, ha señalado. «Hoy Madrid no cumpliría los criterios del propio ministro para ser cerrada» porque tiene, ha insistido, 467 casos por cada cien mil habitantes.
El alcalde de Madrid también acusa la falta de diálogo. Para José Luis Martínez-Almeida ha triunfado «la imposición y la fijación del Gobierno con Madrid». Los ciudadanos van «a responder democráticamente a esta tropelía», ha advertido en su perfil oficial de Twitter. «Vamos a cumplir las normas. Pero a esta ciudad no nos va a doblegar ni la pandemia, ni Pedro Sánchez».
Como no podía ser de otra forma, Pablo Iglesias, en su condición de vicepresidente segundo del Gobierno, justificó este viernes la declaración del estado de alarma, apelando a la salud, pero también a la economía. «No habrá recuperación sin control de la pandemia. El camino es obvio hace tiempo: más rastreadores, más sanitarios, más transporte público», manifestó a través de las redes sociales.
Comparte su planteamiento el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, quién tiene claro que es el Gobierno de coalición el que está protegiendo la economía velando por la salud. Entiende que la «dicotomía entre salud y economía es falsa», porque los daños en el sector económico son «consecuencia del empeoramiento de la pandemia», opinió en Twitter, aludiendo a la posición del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre los confinamientos: menos perjudiciales para la salud de las finanzas de un país que tratar de atajar la curva de contagios mediante medidas más laxas.