El Gobierno decreta el estado de alarma en los nueve municipios madrileños más afectados por el covid-19

SOCIEDAD

Ayuso llamó a Sánchez una vez comenzó la reunión del Consejo de Ministros y este le trasladó que la decisión ya estaba tomada. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid se ha enterado de la decisión en mitad de la rueda de prensa para presentar su plan alternativo: «Es una medida que ningún madrileño va a entender». «La paciencia tiene un límite», justifica Illa

09 oct 2020 . Actualizado a las 17:03 h.

El estado de alarma decretado por el Gobierno en los nueve municipios madrileños en los que ayer quedaron invalidadas las restricciones de movilidad tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya está en vigor. Tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se alargará por un plazo de 15 días, lo máximo que contempla la Constitución para hacerlo de forma discrecional. En caso de pretender prolongar el estado de alarma, el Ejecutivo necesitará lograr el aval del Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió ayer por la noche un ultimátum a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para que reactivase las medidas impuestas de cara a cortar el avance de contagios del covid-19 mediante una orden amparada en la ley de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, o bien solicitando a Moncloa la aplicación del estado de alarma. En caso contrario, sería el propio Gobierno el que implantaría esta medida excepcional.

Tal y como confirman fuentes de los dos ejecutivos, a lo largo de toda la mañana no se produjo ninguna llamada telefónica entre sus dos máximos responsables. La única interlocución entre Moncloa y Sol fue entre la vicepresidenta Carmen Calvo y el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, dirigente de Ciudadanos, cuya relación con Ayuso no atraviesa por su mejor momento. Finalmente la presidenta madrileña llamó a Sánchez una vez comenzó el Consejo de Ministros convocado para este mediodía y mantuvieron una breve conversación en la que el presidente le trasladó a la regidora madrileña que la decisión ya estaba tomada y que era firme: estado de alarma.

En el Ejecutivo autonómico consideran que las medidas son exageradas para la situación epidemiológica de la región, y denuncian que no se les está aplicando el mismo rasero que otras comunidades, como por ejemplo Navarra. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid se ha enterado de la decisión en mitad de la rueda de prensa para presentar su plan alternativo: «Es una medida que ningún madrileño va a entender».

Sánchez convocó ayer de urgencia una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para esta mañana e impedir una operación salida de madrileños para disfrutar del puente del Pilar. A pesar de estar citados para las 08.30, finalmente la reunión del Gobierno se retrasó hasta el mediodía, concediendo así una prórroga a la presidenta madrileña para que moviera ficha, algo que ni sucedió. El Consejo de Ministros fue presidido por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, dado que el secretario general del PSOE viajó esta misma mañana a Barcelona para participar en un evento económico con Felipe VI.

Además de la capital española, los otros ocho municipios afectados por las restricciones de movilidad son Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Parla, Alcobendas, Leganés. Móstoles y Torrejón de Ardoz.

A la conclusión del Consejo de Ministros, que se prolongó durante dos horas, mucho más de lo previsto, comparecieron en rueda de prensa Salvador Illa y Grande-Marlaska para oficializar la decisión del Gobierno. El ministro de Sanidad cargó con dureza contra la actitud del Ejecutivo madrileño, al que acusó de «cruzarse de brazos», de «no hacer nada» para controlar la situación. «La obligación de este Gobierno, y de cualquier gobierno con alma, es frenar la curva, aunque suponga algunos sacrificios. La paciencia tiene un límite, no hay más ciego que el que no quiere ver», aseveró. Illa reclacó que las medidas son las mismas vigentes hasta el pronunciamiento del TSJM. «Todo sigue igual, simplemente con otra cobertura jurídica. Las medidas son exactamente las mismas que estaban vigentes ayer», afirmó. «El estado de alarma es para dar cobertura jurídica».  

Illa: «La paciencia tiene un límite»

Illa garantizó que lo único que había movido al Gobierno a adoptar esta decisión fue «proteger la salud» de los madrileños. Asimismo, mostró su confianza en que en los próximos 15 días naturales la situación epidemiológica mejore y no haga falta pasar por el Congreso de los Diputados para solicitar una prórroga de estas medidas excepcionales. El municipio de Alcalá de Henares finalmente se queda fuera de estas restricciones debido a la mejoría experimentada en las últimas horas. 

Por su parte, el ministro del Interior informó que ordenó el despliegue inmediato de más de 7.000 efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, para establecer controles en diferentes puntos de entrada y salida de estas zonas, así como en las principales infraestructuras de transporte colectivo.

24 horas de vértigo

El plan para detener el avance del coronavirus en la Comunidad de Madrid ha sido reformulado en las últimas tres semanas hasta en tres ocasiones distintas. Primero el Gobierno regional restringió la movilidad en 37 áreas sanitarias; luego el Ejecutivo central acordó con las comunidades confinar perimetralmente los municipios con más de 500 casos por 100.000 habitantes, por lo que diez ayuntamientos madrileños, entre ellos la capital, pasaron a estar automáticamente aislados. Este jueves, la Justicia se negó a ratificar de estas medidas al considerar que la orden de Salvador Illa afecta a los derechos y las libertades fundamentales. A las puertas del puente del Pilar, Madrid se quedó sin candado.

Inmediatamente, el ministro de Sanidad solicitó una nueva reunión con la comunidad, Isabel Díaz Ayuso se puso de urgencia en contacto con sus técnicos para ultimar otras directrices que poner sobre la mesa y Pedro Sánchez insinuó la posibilidad de mover ficha y decretar un estado de alarma en la región. El presidente del Gobierno consideró que era preciso tener en cuenta «todos los instrumentos y medidas» disponibles. A última hora, convocaba para este viernes un Consejo de Ministros extraordinario para activar este mecanismo durante al menos 15 días.

El jefe del Ejecutivo español ofreció  al regional «la máxima colaboración y cooperación» para aplicar nuevas medidas, respetando en todo momento sus competencias siempre que las actuaciones estuviesen sustentadas en «criterios científicos y técnicos» y fuesen «proporcionales» a la gravedad de la situación sanitaria. Recordó que el estado de alarma se demostró en el inicio de la pandemia un instrumento «muy eficaz» para controlar la propagación del virus, y que el Gobierno «siempre» lo ha contemplado entre las posibilidades a decidir. Al diálogo también se mostró abierta la presidenta autonómica, dispuesta a acordar acciones «sensatas, justas y ponderadas» para contener la expansión del virus. Sin embargo, prefirió contar primero con una orden «trabajada», «completa» y «sencilla», «una prioridad ineludible» antes de reunirse con Sanidad.

Ayuso, que avanzó que para «evitar más confusión a la ciudadanía» Madrid retirará las medidas cautelares que había solicitado ante la Audiencia Nacional, pidió a los madrileños, eso sí, que no saliesen de la comunidad y que siguiesen todas las recomendaciones sanitarias ante el puente del 12 de octubre. Reforzó su mensaje su vicepresidente, Ignacio Aguado -«Entiendo la incertidumbre y el hartazgo que pueden sentir muchos madrileños hoy. Pido, por favor, evitar la movilidad excesiva. La responsabilidad individual evita contagios y salva vidas»-, e igualmente otras voces, como el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, apelaron al deber particular de los madrileños. El primero insistió en que «toda la población sabe las medidas que hay que tomar» y recordó que «si no se reduce la movilidad podría haber un incremento de los casos». En vez de «durar 15 días o un mes», el confinamiento podría llegar a alargarse «cuatro meses», sentenció. Por su parte, el regidor rogó a los ciudadanos que limitasen «todos aquellos desplazamientos que no sean estrictamente necesarios». No obstante, dejó un recado al Gobierno central: «Los escenarios de imposición, de intervención, y de sustituir el diálogo y la búsqueda de acuerdos por el Boletín Oficial del Estado han quedado definitivamente descalificados».