Fallece Mario Molina, el Premio Nobel de Química que salvó la capa de ozono

Laura Inés Miyara
Laura Miyara REDACCIÓN

SOCIEDAD

Gerardo Garcia

El científico murió a los 77 años este miércoles

08 oct 2020 . Actualizado a las 19:26 h.

A los 77 años, ha fallecido este miércoles el científico mexicano Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995 por sus estudios sobre la capa de ozono, según informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Nacido en 1943 en Ciudad de México, Molina investigó los efectos de los gases clorofluorocarbonos (CFC) sobre la capa de ozono, lo que derivó en la firma de un protocolo internacional en 1987 que prohibió su fabricación y le mereció el Premio Nobel de Química en 1995. El científico mexicano había descubierto que los CFC, usados en refrigeradores y aerosoles, se descomponían en la estratosfera liberando una alta concentración de átomos de cloro que destruirían la capa de ozono facilitando la filtración de rayos ultravioleta a la Tierra.

El Gobierno de México expresó sus condolencias en un mensaje del coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez. «Que sus aportaciones a la ciencia trasciendan en el tiempo», señaló.

A las condolencias se sumaron funcionarios como el canciller Marcelo Ebrard, el titular de la Secretaría de Educación, Eduardo Moctezuma, y la Jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Ebrard lamentó «profundamente» el fallecimiento de Molina a quien calificó como «un científico comprometido y capaz. Abrazo solidario a sus familiares y amigos», apostilló. Moctezuma lamentó la muerte de este «distinguido científico mexicano». «Queda su notable ejemplo para la niñez y la juventud», dijo.

En un mensaje en las redes sociales, Sheinbaum recordó a Molina, quien «dedicó su vida para que el conocimiento científico ayudara a mejorar el medio ambiente y los recursos naturales del planeta y de nuestra Ciudad».

El químico recibió más de 30 doctorados honoris causa y era miembro destacado de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano, del Colegio Nacional de México, la Academia Mexicana de Ciencias y la Academia Mexicana de Ingeniería, entre otras.

Cuando era un niño, José Mario Molina Pasquél quedó fascinado al observar con un microscopio de juguete los microorganismos en una gota de agua, por lo que convirtió el baño de su casa en un laboratorio improvisado. Así inició su carrera que le llevaría a formar parte del selecto grupo de mexicanos galardonados con el Premio Nobel, junto con el diplomático Alfonso García Robles, Nobel de la Paz 1982, y el escritor Octavio Paz, Nobel de Literatura 1990.

En 2005 fundó un centro de investigación de políticas públicas que lleva su nombre en Ciudad de México, donde realizó estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente, con especial atención al cambio climático y la calidad del aire. Su reconocimiento y prestigio le llevó a la Casa Blanca en 2011, donde formó parte del consejo asesor de ciencia y tecnología del presidente Barack Obama junto a otros 21 científicos.

De hecho, el mismo Obama fue quien condecoró a Molina con la Medalla Presidencial de la Libertad, considerada la concesión civil más alta en Estados Unidos, siendo el primer mexicano en recibirla. Más adelante, el mandatario francés François Hollande repitió el gesto: en una visita a México en 2014 condecoró a Molina con la Orden Nacional de la Legión de Honor.

Enseñar fue una de las grandes pasiones del mexicano, quien ejerció como profesor e investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México (1967-1968), en la Universidad de California Irvine (1975-1979), en el Instituto Tecnológico de California (1982-1989) y en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (1989-2004).