Fernando Suárez: «Tenemos el conocimiento humano al alcance de un clic»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL VILLAR

El presidente de los ingenieros informáticos de España cree que hay que adaptar la educación a los tiempos que corren. «No hay marcha atrás», asegura

04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«El confinamiento disparó el uso de Internet y de las redes sociales a todos los niveles». Fernando Suárez (Ferrol, 1973), presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería en Informática de España, ve la consecuencia inmediata en la regulación del teletrabajo y en la teleenseñanza, «pero también en las relaciones personales y el ocio. Hubo un crecimiento exponencial, un pico de uso sin precedentes en Internet y en todos los medios electrónicos».

—¿Es positivo ese crecimiento en tan corto espacio de tiempo?

—Hay mucho de positivo, porque podemos decir que gracias a esos medios tecnológicos hemos sido capaces de sostener en gran medida una economía aceptable, y también el trabajo y la educación. Pero, como sucede con todo, un incremento tan alto también aumenta los riesgos, con gente que a lo mejor sin experiencia usa de repente Internet. También el teletrabajo abre una puerta a los riesgos en las empresas, porque a veces usamos equipos sin contar con el nivel de protección adecuado.

—¿Las redes sociales fueron decisivas durante el confinamiento?

—Sí, porque hay una parte muy importante, que es la de las relaciones personales. En un confinamiento como este, las redes sociales nos permitieron seguir relacionándonos. Eso nos ayudó a mantener un nivel de relación entre las personas. Las redes sociales nos permitieron continuar con la socialización, tan importante en nuestro país. En ese momento de necesidad se rompieron muchas barreras al cambio generacional y tecnológico. Hoy en día una llamada telefónica casi se nos queda corta. Hemos abierto la puerta a la videollamada, un concepto que parecía muy alejado.

—Nada será igual en el aspecto de la tecnología.

—Sin duda, nada será igual. Pero hay que tener en cuenta que estamos en un pico de uso motivado por la situación actual y que seguro que no vamos a poder mantener. Pero sí es cierto que han cambiado muchas cosas en muchos ámbitos, en la gente mayor con las videollamadas, con empresas que ya dan la opción de teletrabajar. Es un antes y un después. No quiere decir eso que todo el mundo va a teletrabajar ni que todo va a ser teleenseñanza, pero sí que estamos viendo que se está planteando un modelo educacional mixto, que tiene una parte muy positiva, y es que los chavales se adapten ya al contexto que van a tener en su vida. No ya en el futuro, sino en la vida actual.

—Una nueva forma de educación.

—Creo que hay que adaptar la educación a los tiempos que corren y educar a los chavales para lo que va a venir. Memorizar no tiene tanto sentido como antes, cuando una enciclopedia era un artículo esencial, y hoy nadie la tiene porque tenemos el conocimiento humano al alcance de un clic. En eso ya no hay marcha atrás.

—¿Se espera el gran cambio?

—Vivimos en una época de incertidumbre, pero el cambio que va a venir va a ser mucho más visible. Mucha gente va a trabajar desde casa o con un modelo mixto de trabajo, y las oficinas, como las conocíamos, no van a ser necesarias, porque vamos a reducir los espacios. Seguramente iremos a un puesto de trabajo móvil, y pasaremos de los equipos de sobremesa a los portátiles. A mí me gusta decir que no vivimos en una época de cambios, sino en un cambio de época. Cuando lo analicemos en perspectiva, veremos que hubo una pandemia en el 2020 de graves consecuencias sanitarias, pero también de transformaciones sociales y económicas sin precedentes en la historia. Ahora, los cambios son muchísimo más rápidos.