El estudio incluye una descripción de las características del ejemplar hallado en Barcelona, que es el primer registro de la especie en el Mediterráneo noroccidental. «Al no haber sido detectada más que en una ocasión en Túnez hace 6 años, es poco probable que haya una población de Acanthopagrus bifasciatus establecida en el Mediterráneo, por lo que podría haber llegado hasta aquí a través del tráfico marítimo», ha resumido Alfredo García de Vinuesa, investigador del ICM-CSIC y autor principal del estudio. García de Vinuesa ha añadido que «la hipótesis más plausible es que el ejemplar venga del Mar Rojo» y ha alertado del peligro de que otras especies invasoras se introduzcan en el Mediterráneo noroccidental del mismo modo.
«Este hallazgo es una llamada de atención a la administración, que debería de revisar los protocolos del tránsito marítimo y concienciar a la población de los desequilibrios en las poblaciones autóctonas, ya que pueden causar la introducción de especies invasoras», ha advertido el biólogo marino. Según García de Vinuesa, estudios recientes ya han revelado que especies invasoras que han cruzado el canal de Suez, tanto por el cambio climático como por la actividad humana, están causando impactos ecológicos y socioeconómicos muy graves en el Mediterráneo.