La herencia genética de los neandertales influye en la mayor gravedad del covid-19

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

Martin Meissner

El riesgo de acabar hospitalizado entre los infectados por el virus es hasta tres veces mayor si presentan la secuencia de ADN legada por la especie extinta tras cruzarse con los humanos hace 60.000 años

01 oct 2020 . Actualizado a las 16:41 h.

La edad, las enfermedades previas, las diferencias en el sistema inmune de cada persona a la hora de reaccionar ante los virus y la genética individual. Todos estos factores influyen a la hora de que un paciente afectado por covid acabe ingresado en la uci o curse la enfermedad sin apenas síntomas. Pero cómo influyen exactamente nuestras variantes genéticas propias en el desarrollo de la infección sigue siendo aún un misterio, pese a que cada vez son más los estudios que así lo indican. El último desveló hace una semana que varias mutaciones asociadas a un mal funcionamiento en la vía del interferón, que constituyen la primera defensa del organismo ante los patógenos, provocaba que jóvenes sanos que presentaban esta anomalía genética tuvieran una patología más grave, mientras que en otros casos se debía a que los anticuerpos de ciertas personas atacaban a los interferones. 

Pero quizás uno de los estudios genéticos más importantes realizados hasta el momento, publicado el pasado verano, fue en el que se observó en 3.199 pacientes una anomalía genética localizada en una amplia región en el cromosoma 3 vinculada a un mayor riesgo de hospitalización e insuficiencia respiratoria tras una infección con el virus Sars-Cov-2.

De esta extensa investigación incluida en la iniciativa mundial Covid-19 Host Genetics Initiative, la primera de las muchas que aún se esperan en este ámbito, decidió tirar del hilo un equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemana, liderado por Svante Pääbo y Hugo Zeberg. Los investigadores analizaron las muestras  para identificar el origen evolutivo de esta secuencia tan amplia de nuestro ADN. Y la sorpresa que se encontraron se acaba de desvelar en un artículo publicado en Nature: la herencia genética que los humanos actuales han recibido de los neandertales tras cruzarse hace unos 60.000 años es lo que provoca en algunos casos que el covid-19 sea más grave en unas personas que en otras.

Los investigadores descubrieron que el grupo de genes asociado con un mayor riesgo de coronavirus en el cromosoma 3 es prácticamente idéntica a las correspondientes secuencias de ADN de un neandertal que vivió en una cueva de Croacia hace 50.000 años. «Resulta que los humanos modernos heredaron esta variante genética de los neandertales cuando se cruzaron hace 60.000 años», explica Hugo Zeberg, uno de los líderes del estudio.

«Hoy en día -añade- las personas que heredaron esta variante genética tienen tres veces más probabilidades de necesitar ventilación mecánica artificial si están infectadas por el coronavirus SARS-CoV-2». La relación entre el legado genético neandertal y la mayor severidad de la enfermedad parece evidente a la luz de la genómica, pero por qué esto ocurre sigue siendo un misterio sobre el que tendrán que ahondar nuevas investigaciones. «Es sorprendente que la herencia genética de los neandertales tenga consecuencias tan trágicas durante la pandemia actual. Por qué esto ocurre debe investigarse lo más rápido posible», explica Svante Pääbo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.

Estas variaciones que ahora influyen en el coronavirus llegaron a nuestra especie a través del mestizaje de ambas especies de homínidos. La región genética de riesgo identificada inicialmente, tras examinar a más de 3.000 personas infectadas, es muy larga, ya que abarca 49.000 pares de bases o nucleóticos y las variantes que imponen un mayor peligro están fuertemente vinculadas.

Pero estas variantes de riesgo no son uniformes entre la población mundial. De hecho, los africanos no presentan ningún legado genético de los neandertales, aunque las diferencias en el resto de los continentes también son apreciables. Las secuencias de riesgo son particularmente comunes entre las personas del sur de Asia, donde aproximadamente el 30 % de la población posee el segmento de ADN en el cromosoma 3 supuestamente heredado de los neandertalesl. En Europa está presente en el 8 % de los ciudadanos, mientras que en Asia oriental es casi inexistente.

El genetista de la Universidade de Santiago Antonio Salas, que en verano publicó uno de los estudios más citados en el área en el que desveló el importantísimo papel de los supercontagiadores en la propagación del virus, considera que el estudio que se ha acaba de publicar es muy interesante, pero también lo relativiza. Sobre todo porque las conclusiones del que se publicó en julio, que han servido de base para el actual, todavía deben confirmarse.

«La asociación de las variantes genéticas en el cromosoma 3 con un mayor riesgo de la enfermedad es algo que aún debe confirmarse. Y se están haciendo investigaciones mucho más grandes para contrastarlo o desestimarlo», explica. Y lanza una advertencia: «No se puede simplificar. Covid-19 es una enfermedad muy compleja, por lo que, en el mejor de los casos, las variaciones en el cromosoma 3 podrían ser solo uno de los muchos factores de riesgo que aumentan la susceptibilidad genética a la enfermedad».