Margarita Poza: «Queremos saber qué bacterias influyen en el desarrollo del cáncer de colon»

En el microbioma, el conjunto de microorganismo que hay en el cuerpo, se puede producir un desequilibro. Y de ahí derivar una patología. La investigadora de microbiología del Inibic y profesora de la UDC, Margarita Poza, trabaja en ese campo dentro del grupo de microbiología del CHUAC-Inibic coordinado por el doctor Germán Bou. Ahora, tras recibir una subvención de 300.000 euros del Instituto de Salud Carlos III, que suma a los fondo de la AEC, se centran en el cáncer colorrectal. «Se trata de equipo multidisciplinar y en el que colaboran los jefes de servicio de Oncología Médica, doctor Aparicio; Cirugía, doctor Noguera; y Anatomía Patológica, doctor Concha», detalla.

-¿Qué se sabe hasta ahora en este campo?

-Pues, por ejemplo, que hay bacterias que están presentes en la boca de los pacientes ,y que son promotoras de gingivitis y mal aliento y que después se encuentran en el tumor. Se cree que muchas de ellas, a través del torrente sanguíneo, viajan y aparecen luego en el tumor.

-¿Y ustedes qué persiguen?

-En este proyecto queremos saber qué bacterias influyen en el desarrollo del cáncer el colon. Cada parte de nuestro cuerpo tiene su microambiente bacteriano. Cuando lo rompes y esas bacterias que están en un sitio saltan a otro se pueden producir patologías inesperadas. Nosotros estamos estudiando qué ocurre en los pacientes con cáncer colorrectal y qué pasa en los sanos, comparando su microbioma oral y su microbioma intestinal.

-¿Se podría concluir que un cáncer de colon podría depender de uno de esos desequilibrios?

-No. Hay factores genéticos, dieta y un montón de cosas, pero está claro que las bacterias que están en el intestino tienen que ver y están involucradas en su evolución. Nosotros estudiamos eso y luego, más adelante, cómo resolverlo. Si, de repente, vemos que hay un patógeno que se encuentra de forma repetida en enfermos de cáncer colorrectal pues vamos a destruirlo.

-¿Cómo se hace?

-De varias maneras. Fagoterapia, antibióticos dirigidos a ese patógeno o simplemente tomar prebióticos o posbióticos. Ingerir oralmente organismos beneficiosos, como las bacterias del yogur o el kéfir, sirven para desplazar a otros patógenos que pueden estar en el intestino. Se trata de intercambiar poblaciones y volver a la flora normal. Aunque eso no siempre es posible.

-Su proyecto tiene una tercera pata: la relación entre esa flora intestinal y la efectividad de los fármacos.

-Sí, queremos investigar respecto a cómo afecta la toma de un medicamento dependiendo de la flora intestinal que uno tiene. En función de ello, tu cuerpo va a responder bien o mal. Para unos va a ser más eficaz que para otros. También esto depende de los microorganismos. De este modo se descartarían herramientas terapéuticas en los casos en los que la persona no vaya a responder bien, precisamente porque las bacterias que hay en su intestino no se lo permiten.

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