Libertad para dos falsos sanitarios que robaban a ancianos en el confinamiento

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Juzgados de Vigo donde se llevó la causa
Juzgados de Vigo donde se llevó la causa E.V.Pita

El juez les obliga a comparecer cada semana junto a dos cómplices madrileños que vivían en Marín

24 sep 2020 . Actualizado a las 16:59 h.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo dejó en libertad con cargos a cuatro detenidos por fingir ser sanitarios de covid para sedar y desvalijar a ancianos en sus pisos durante el confinamiento. Actuaban desde Marín y en un golpe en Vigo se llevaron 4.000 euros de botín. El magistrado les atribuye un delito de robo con intimidación en casa habitada y les obliga a presentarse cada semana, les ha retirado el pasaporte y les prohíbe viajar por el territorio español.

Los implicados lo negaron todo. Dos hermanos de 24 años vecinos de Marín, que habrían hecho el papel de falsos sanitarios, negaron haber estado en Vigo el 8 de abril, fecha del delito. Sus cómplices, dos vecinos de Madrid de 51 y 69 años, aseguraron que no conocen a los otros de nada y que viajaron a Marín durante el confinamiento para ver a su madre enferma y el estado de alarma los sorprendió allí. La policía cree que son dos viejos conocidos con actuaciones por toda España. Tras cinco meses de pesquisas, los supuestos atracadores y sus cómplices fueron detenidos por la Policía Nacional de Vigo y Marín dentro de la operación Morfeo. Contaban con, al menos, 59 arrestos anteriores. Los jóvenes están limpios.

Según los investigadores, los implicados telefonearon el 7 de abril a un piso de un matrimonio mayor de 80 años de Vigo y fingieron ser sanitarios que hacían rastreos y pruebas de contagios de covid-19. Anunciaron que pasarían al día siguiente por la casa.

El 8 de abril, aparecieron dos jóvenes con chalecos naranjas en el piso, sito en el entorno de la Travesía de Vigo y Aragón. Entraron en la casa con batas y mascarilla, le dieron unas pastillas a la mujer, al tiempo que le decían que se sentase en el sofá, y le dieron conversación al matrimonio.

Minutos más tarde la mujer perdió la consciencia y uno de los falsos sanitarios obligó al marido a sentarse en el sofá y lo ató. El impostor interrogó al octogenario para que les desvelase dónde guardaban el dinero y el segundo intruso registró la vivienda.

Sedados con tranquilizantes

Se apoderaron de mil euros, obligaron a la víctima a ingerir tranquilizantes y lo maniataron. Minutos más tarde el esposo se despertó aturdido y se liberó de las ataduras, se levantó del sofá, y atendió a su esposa aún inconsciente. Al poco, salió al rellano del domicilio y pidió ayuda a los vecinos. Fueron hospitalizados.

Más tarde, los perjudicados se dieron cuenta de que faltaban otros 3.000 euros en metálico que guardaban en su cómoda.

En la investigación participaron la Udev-Robos de la Brigada Local de la Policía Judicial de Vigo, la Brigada Local de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Marín y la UPR de la Brigada Local de Seguridad Ciudadana.