La Montaña Máxica de Galicia

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

e. v. pita

Tres rías en una. Los miradores de monte Castelo y monte Seixo, en la serra do Cando, son un balcón panorámico a las islas de Tambo, Sálvora, Arousa, Ons y... ¿Cíes? Es lugar de petroglifos, puertas al más allá y expedientes X

19 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los montes Castrelo y Seixo, ubicados entres los municipios de Cerdedo-Cotobade y A Lama, integran la ahora bautizada como Montaña Máxica de Galicia. Es un nombre comercial que ha triunfado entre los tours turísticos y culturales del rural. Otros lo denominan el Pindo de Cotobade, al compararlo con la mole granítica del Olimpo celta de Carnota. Le iguala en rocas misteriosas, leyendas, mitos y todo tipo de expedientes X.

En una caminata es posible toparse con petroglifos de círculos en espiral y cazoletas grabados en grandes rocas, fosos de piedra que antaño fueron trampas para lobos y pueblos en pendiente con pintorescas hileras de hórreos. Algunas puertas de madera aún conservan los pomos con puños de hierro para ahuyentar la mala suerte. Una red de pistas para el ganado y trails de senderistas unen los distintos puntos de interés. Salvo que se sea un amante de los paisajes brumosos, es muy recomendable elegir un día despejado para ver el mar. Hay que ir con tiempo porque la subida a los peñascos es a pie.

Lo más famoso de la zona es la llamada Porta do Alén, una cadena de rocas graníticas cortadas en hilera, con una piedra haciendo de dintel. Recuerdan al monumento megalítico de Stonehenge. La leyenda dice que es la puerta que conecta con ultratumba. Otros solo ven caprichosas formas que labró la erosión del viento que dan juego para selfis al atardecer. Una leyenda habla de una doncella que perdió la cabeza por un romano. En las cercanías existe otro supuesto monumento neolítico: A Porta do Vento. Algunos quieren ver un menhir de seis metros, otros una puerta al más allá. Nada es causal si se tiene en cuenta que uno de los municipios cercanos es Campolameiro, que reúne la mayor colección de petroglifos gallegos.

Estas cimas encierran misterios en cada roca. Hablan incluso de un caballo blanco y fantasmagórico que cabalga solitario por estos parajes. Hay que decir que las vacas que pastan arriba no son las típicas suizas sino marrones y de largos cuernos. Pero quizás lo más impactante sea la Cruz do Seixo y el Mirador das tres rías. Desde esas cimas, a mil metros de altitud, se divisan de un vistazo las entradas de Arousa, Pontevedra y Vigo.

Otro mirador está en monte Castrelo. Se llama así porque el perfil de las rocas erosionadas recuerda a las almenas de un castillo. En el sendero destaca la cruz de Daniel, labrada en una roca, se cree que en memoria de un pastor malherido en 1903 por un rayo. Justo en este punto se divisa una espectacular vista de la isla de Tambo presidiendo la ría de Pontevedra.

Desde monte Castrelo son reconocibles A Illa, Sálvora, Tambo y Ons. Queda la duda de si también se ven las Cíes, porque la silueta puede concordar con Cabo Home. Esta superpanorámica de las Rías Baixas es una visión inédita para los excursionistas y una alternativa para quienes ya hayan visitado el alto da Curota, en A Pobra do Caramiñal. Si se gira la cabeza hacia la derecha, se atisba la planicie del valle de Cercedo-Cotobade, por donde se estudia tender un desvío del AVE a Pontevedra y Vigo.