El destino de los hipopótamos de Escobar

Héctor Estepa LA VOZ / CORRESPONSAL BOGOTÁ

SOCIEDAD

Alerta de hipopótamos en la antigua hacienda Nápoles, de Pablo Escobar
Alerta de hipopótamos en la antigua hacienda Nápoles, de Pablo Escobar UNIVERSIDAD CALIFORNIA SAN DIEGO

Los animales que tenía el narco en la hacienda Nápoles se han reproducido y amenazan el ecosistema colombiano

14 sep 2020 . Actualizado a las 09:21 h.

Una avioneta utilizada para transportar cocaína corona el umbral de ingreso a la hacienda Nápoles, la antigua residencia del narcotraficante colombiano Pablo Escobar. El lugar es fastuoso. Comprende más de 3.000 hectáreas, albergando su propia gasolinera, un parque jurásico con maquetas de dinosaurios a tamaño real, tres zoológicos, 27 lagos y decenas de estanques.

De esas aguas proceden unos 80 hipopótamos, descendientes de los tres especímenes que Escobar transportó de África y que, según los científicos, amenazan la flora y fauna de la zona.

Los animales han sido vistos remontando el río Magdalena, a más de 100 kilómetros de distancia la hacienda, convertida en un parque turístico tras la muerte del narcotraficante.

El Magdalena da sustento a más de 8.000 pescadores, cuya actividad puede estar en peligro por los hipopótamos, ya que su presencia podría cambiar la geomorfología y la hidrología del río, así como afectar también a la fauna terrestre.

Son un peligro especialmente para algunas especies como manatíes y tortugas, según los científicos. Ejercen también un gran control territorial, defendiéndose violentamente ante el ser humano.

Además, se multiplican rápidamente. Si continúa el ritmo de reproducción actual, llegarán a ser 800 dentro de 20 años, y 7.000 en el 2060, convirtiéndose en un elemento clave de un ecosistema donde, aparte del ser humano, ninguna otra especie amenaza su dominio.

Pero ahora un grupo de científicos ha puesto en duda la visión catastrofista de la presencia de los hipopótamos en las selvas colombianas. Un artículo de investigación, publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. asegura que los hipopótamos restauran las funciones ecológicas del Pleistoceno tardío.

Las manadas del Magdalena estarían, según los investigadores, sustituyendo las funciones de los grandes mamíferos que se extinguieron hace miles de años por efecto, entre otros factores, de la actividad humana.

Los hipopótamos tendrían un volumen y alimentación similar al de las extintas llamas gigantes, que podían alcanzar una tonelada de peso. También hacen vida en el agua como otra gran especie extinguida, los notoungulados. Su gran tamaño provoca que muevan muchos nutrientes de un lugar a otro, convirtiéndose en constructores del ecosistema.

Heces contaminantes

Los hipopótamos han sido acusados en Colombia de contaminar los ríos con su gran volumen de heces, pero, según los científicos del estudio, titulado Herbívoros introducidos restauran las funciones ecológicas del pleistoceno tardío, también podrían estar reactivando la producción de peces.

Los animales, por supuesto, no sustituyen de manera simétrica a las especies extinguidas, que, además de ser fuente de alimento de los grandes carnívoros, controlaban la vegetación de la zona, pero sí estarían replicando parte de su efecto en la naturaleza.

El artículo desafía la visión negativa de los efectos de las especies invasoras en sus nuevos ecosistemas, analizando también el efecto de la introducción de los caballos en Sudamérica o de los burros en Australia. «El 64 % de las especies introducidas son más similares a las especies extintas que a las existentes dentro de sus respectivos continentes. Muchos herbívoros introducidos restauran combinaciones de rasgos que tienen la capacidad de influir los procesos del ecosistema, como la expansión de incendios forestales y arbustos en tierras secas», apuntan los investigadores.

Los hipopótamos fueron dejados en la hacienda Nápoles tras la disolución del Cartel de Medellín, debido a que las autoridades no sabían qué hacer con ellos, pero su presencia en el río Magdalena ha reabierto el debate sobre la pertinencia de retirarlos del lugar, o, por el contrario, contenerlos.