«El sabe que algo pasa porque non o imos ver»
«Segundo a carga de virus que colla pode seguir adiante: eu espero que todo vaia ben, pero non sei...». Marisol Pereiro Gallego quiere ser optimista, pero tiene miedo. Su marido es uno de los internos de la residencia de mayores de O Incio. En la primera prueba diagnóstica que le hicieron dio negativo, pero en la segunda ya no tuvo tanta suerte y ahora es uno de los 92 internos que se han contagiado. En todo caso, no tiene ningún síntoma de la enfermedad. Su familia sabe que en cualquier momento puede ponerse enfermo, así que tratan de seguir al minuto lo que sucede dentro.
El marido de Marisol Pereiro vivió hasta hace solo once meses con ella en la casa familiar, situada en una parroquia de O Incio, a unos pocos kilómetros de la residencia. Él tiene 80 años y su cabeza funciona perfectamente, pero sus problemas de movilidad obligaron a la familia a buscarle una plaza en el geriátrico. Su mujer lo visitaba cada dos días. Hasta que el día 19 la residencia quedó cerrada a cal y canto. «El sabe que algo pasa -dice Marisol- porque hai moito que non o imos ver». Desde luego, ella no se lo ha dicho, porque teme que si se entera pueda sufrir un bajón anímico importante.