Piden el uso de drones para detectar el maltrato animal

La Voz SANTIAGO / EFE

SOCIEDAD

La Asociación Animalista Libera solicita el uso de este recurso, normalizado para la prevención de incendios

30 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación Animalista Libera quiere que el uso de drones, actualmente normalizado para la prevención de incendios durante el verano en Galicia, se extienda a otras luchas y contribuya a poner fin a una de las prácticas más crueles y denigrantes que sufren los animales, «el encadenamiento continuado».

La Ley de Bienestar Animal de Galicia contempla sanciones de hasta 5.000 euros y la inhabilitación por un máximo de cinco años para aquellas personas que mantengan a un animal atado de forma permanente o limite sus movimientos en toda clase de construcciones, como los zulos para perros que acostumbran emplear algunos cazadores; «sin embargo la realidad es que rara vez se multa», dice la nota.

Los animalistas han llegado a documentar más de 500 denuncias ciudadanas a través de una página web que permitía incorporar vídeos y fotografías de forma anónima y geolocalizar cada caso, lo que supondría cientos de sanciones si el ejecutivo autonómico hiciera cumplir su propia norma.

Libera! considera que el uso de drones con cámaras termográficas podría ser una buena solución. Permiten realizar grabaciones en varios días diferentes sin generar alerta en la persona que mantiene encadenado al animal, constituyendo una prueba gráfica de la infracción administrativa.

La grabación, además de prueba, podría ser empleada incluso para que profesionales veterinarios realizaran informes adicionales evaluando el comportamiento de cada animal y las consecuencias derivadas de permanecer atado.

Junto a ello el modelo de vigilancia impide generar el llamado «Pacto de silencio», la falta de colaboración vecinal a la hora de denunciar actos de maltrato o abandono animal que se viene reproduciendo en decenas de casos, como el gato recientemente ahorcado en Xunqueira de Ambía (Ourense) o el felino también maltratado en Baiona (Pontevedra), delito del que todavía no se conoce autor.