Mientras tanto, Miguel Bosé pasa con sus hijos unos días en España, a la espera que se resuelva el contencioso legal que mantiene con su expareja Nacho Palau. El artista reside en México, lugar al que se mudó desde Panamá. Lo hace con dos de sus hijos, mientras que los otros dos residen en Valencia con Palau, el hombre que hizo pública su homosexualidad y descubrió una relación de casi treinta años de duración completamente desconocida.
La pandemia del coronavirus obligó a aplazar el juicio en el que se deberá decidir qué ocurre con los cuatro hijos de la ya expareja, para los que Palau reclama la doble filiación, es decir que los dos sean reconocidos como padres y que tengan las mismas condiciones de vida. Los niños se llevan tan solo siete meses entre ellos y crecieron durante ocho años como hermanos. Ahora Ivo y Telmo residen en España con su padre biológico, Palau, mientras que Diego y Tadeo lo hacen con Bosé. La posible fecha del juicio aún es secreta.