Antonio Fernández-Campa: «Entre familia y amigos se relajan las medidas de seguridad, pero el riesgo es el mismo que con desconocidos»
SOCIEDAD
El gerente del Sergas asegura que la mayoría de contagios en Galicia son casos importados o brotes en reuniones familiares
18 ago 2020 . Actualizado a las 17:33 h.Antonio Fernández-Campa, gerente del Sergas, afronta con cautela las cifras de contagios en Galicia. Es una situación que ya se esperaba y preocupa, sobre todo, la del área de A Coruña. Este miércoles el comité de expertos vuelve a revisar las medidas adoptadas en la zona con todas las opciones abiertas. Fernández-Campa recuerda que Galicia no ha dejado de estar en estado de emergencia sanitaria. «Se decretó unos días antes de la aprobación del estado de alarma y nos hemos mantenido en él porque seguimos en en una situación de emergencia sanitaria», recuerda.
-¿Qué ha pasado en Galicia para que a día de hoy (por este lunes) tengamos 1.400 casos activos, una cifra que está al mismo nivel de mediados de mayo?
Es lo mismo que está pasando en toda España, era algo que estaba previsto. A medida que la movilidad se empezara a abrir, sabíamos que el riesgo aumentaría. Hay una diferencia importante porque ahora se tiene un mejor conocimiento de la enfermedad, se detecta un número de casos asintomáticos que antes no se detectaba. Lo que vemos es que teniendo el mismo número de casos, la presión que se traslada al sistema asistencial es distinta. Hay un número importante de casos, pero la mayoría son asintomáticos y un 96 % están en atención domiciliaria.
-Llevamos seis días consecutivos con más de un centenar de contagios diarios. De momento, la curva no para de crecer.
En Galicia hay dos curvas distintas, una en A Coruña y otra en el resto de la comunidad. Galicia está entre las comunidades autónomas de España con menor incidencia, pero en el área sanitaria coruñesa es muy distinto y, por eso, se están tomando medidas especiales para tratar de corregir esta situación. Esas medidas no producen un efecto inmediato, tardan un tiempo en dar resultado y estamos muy atentos.
-El miércoles se vuelve reunir el comité de expertos para revisar la situación del área sanitaria de A Coruña. ¿Está sobre la mesa la restricción de la movilidad u otras medidas más restrictivas?
Este miércoles lo que tenemos que hacer es analizar con los expertos todas las medidas, no podemos adelantar nada porque en dos días las cosas pueden variar. Lo cierto es que el brote inicial, que era el que mayor preocupación generó, se mantiene estable. El problema es que hay bastantes focos más, que son los que nos han llevado a que haya un número elevado de casos. Nos preocupa tanto un brote grande como varios brotes pequeños.
-¿Hay saturación en la sanidad coruñesa? El Chuac acaba de habilitar una tercera planta para pacientes covid-19 ante el aumento de hospitalizados.
No, hay una carga de trabajo mayor y específica. En estos momentos, hay 45 personas ingresadas en ese hospital, no es un porcentaje aún muy alto, pero es algo sobre lo que hay que tomar medidas. Debemos tener disponibilidad en previsión de que pudiera haber un incremento mayor e ir habilitando otros espacios. La presión asistencial es distinta a la que tuvimos hace unos meses.
-¿Cómo está la situación en cuanto a las PCR? Hay quejas de algunos casos en los que se están tardando días o, incluso, no se están llegando a realizar.
Cada caso es distinto. Con carácter general, cuando existe algún caso sospechoso con sintomatología se le hace la PCR de la manera más rápida posible. Otra cosa son los contactos de esa persona. Normalmente se procuran hacer al principio, pero el contacto estrecho tiene que estar en cuarentena en su domicilio por lo que, a veces, se decide esperar para ver si positivizó o no. Puede ser que se haga una PCR y salga negativa, pero no asegura que en unos días no sea positiva. Lo vimos con los futbolistas del Fuenlabrada. En cualquier caso hay que dejar claro que todos los contactos estrechos se tienen que aislar como si fueran casos confirmados. A veces, cuesta mucho entender esto. Decirle a un contacto estrecho con PCR negativa que se tiene que aislar es complicado. Lo fundamental es dejar claro que, tanto el caso aislado como los contactos estrechos, tienen que quedarse aislados en su domicilio.
«Todos los contactos estrechos se tienen que aislar como si fueran casos confirmados»
-La cifra oficial de rastreadores en Galicia es de 6.108, pero ahí se incluyen, entre otros, a la atención primaria. ¿Cuántos rastreadores propiamente dichos tiene Galicia?
Nosotros consideramos que el rastreo no es solo la llamada telefónica, si no que es un proceso más importante. Por ejemplo, tenemos claro que los médicos de atención primaria deben poder pedir pruebas a personas asintomáticas, hay otras comunidades que no lo hacen. Vemos que los médicos de primaria nos pueden ayudar mucho a rastrear. En A Mariña su papel fue fundamental. Luego hay otras labores más intensivas de rastreo como la que hacen los epidemiólogos de salud pública , los médicos de preventiva del hospital o la central de seguimiento. Para nosotros, el rastreo tiene que ser una actividad abierta. Somos la única comunidad autónoma en la que cualquier médico tiene acceso a los contactos, no solo a sus casos.
- ¿Cuántas personas específicas se han contratado en Galicia para esta labor?
Las personas que tenemos y que hemos contratado no hacen solo rastreo, también hacen control y seguimiento de casos, encuestas epidemiológicas... Nosotros no seguimos el mismo criterio que otras comunidades. Entendemos que la función principal de los médicos de primaria no es el rastreo, pero tienen la posibilidad de hacerlo. Creo que vamos por delante en disponibilidad de datos para nuestros profesionales.
-¿Creen que está funcionando bien el servicio de rastreo en Galicia?
Todo es susceptible de mejorar, en esto vamos aprendiendo. El número de contactos que tenemos por caso está en la media mas alta del sistema nacional de salud.
-Los primeros brotes detectados en la comunidad estaban, en su mayoría, ligados a casos importados. ¿Dónde están los focos ahora mismo?
Siguen siendo, fundamentalmente, casos importados y hay un volumen importante que se genera en reuniones familiares y de amigos. Esto último nos preocupa porque uno tiene la sensación de que en ese ámbito familiar está protegido, pero no es así. Entre familia y amigos se tienden a relajar las medidas de seguridad, pero el riesgo es el mismo que con desconocidos.
-La Xunta ha pedido al Gobierno reformas para poder establecer «cordones sanitarios». ¿Qué se ha reclamado exactamente?
Lo que queremos es que la normativa sea más clara y más explícita, que cuando las comunidades tengamos que tomar algún tipo de medida, no tengamos riesgo. En Galicia, todas las medidas han sido ratificadas por los tribunales, pero hemos visto como en otros lugares no ha sido así. También creemos que sería conveniente tener una normativa común para las sanciones.
-¿Podríamos hablar ya de segunda ola a nivel nacional?
Cuando comparamos datos entre países es complejo porque no sabemos si en otros lugares hay el importante nivel de detección que se produce en España. Lo que es evidente es que estamos en una situación creciente en número de casos y que hay que plantear medidas para controlarlo.
«Si reducimos los grupos, las posibilidades de contagio se reducen»
-¿Qué mensaje lanzaría a los gallegos?
El riesgo está ahí. Mientras no haya vacuna, va existir. Lo único que podemos hacer ahora es mantener la distancia, usar mascarilla y cuidar la higiene de manos. Hay que tener sentidiño, no nos podemos obsesionar con el riesgo, pero debemos mantener siempre la precaución. En Galicia la recomendación es no sobrepasar las reuniones de más de diez personas, si reducimos los grupos, las posibilidades de contagio se reducen.