El estudio propone algunas medidas para favorecer que las experiencias con la naturaleza sean lo más positivas posible. «Hay que enseñar a los jóvenes qué pueden hacer para proteger el mundo natural y compartir ejemplos de personas que cuidan de la naturaleza. Los niños creerán en un mundo mejor cuando los amigos, la familia y los maestros escuchen sus temores y les den un espacio seguro para compartir sus emociones», concluye.