Las estrellas con alta concentración de fósforo podrían ser semillas de la vida

Gabriela Consuegra / R. R. REDACCIÓN / LA VOZ

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Investigadores de la UDC han encontrado 15 astros con esa característica

06 ago 2020 . Actualizado a las 09:00 h.

Carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo. Los elemento químicos complejos que forman el ADN de los seres vivos han tenido su origen en el interior de las estrellas. El fósforo es, sin embargo, el que se encuentra en menor cantidad en la Tierra con respecto al resto de componentes. Es el «elemento limitante», según los expertos, pero supone la verdadera fuente de la vida. Por eso, la concentración de este compuesto que hay en nuestro sistema solar, más abundante con respecto a las predicciones de los modelos de evolución química de la galaxia, es una de las claves para entender la existencia de la materia viva; su origen es un enigma para la ciencia.

Sin embargo, los hallazgos de un equipo de investigadores del Centro de Investigación TIC (Citic) de la Universidade da Coruña (UDC) y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han abierto una puerta prometedora hacia la resolución de esta incógnita. Se trata de un estudio en el que han identificado un nuevo tipo de estrellas, 15 en total, que contienen una concentración de fósforo entre 10 y 100 veces más elevada que la que se encuentra en el Sol. Los investigadores, que han publicado sus resultados en Nature Communications, creen que esta abundancia podría ser producto de anteriores estrellas, más masivas y capaces de concentrar esos elementos químicos que, al morir, dejaron su huella impregnada en los nuevos astros que se gestan a partir de los residuos de sus antecesoras.

Así lo explica Minia Manteiga, la astrofísica que lidera esta investigación y la primera catedrática de la materia en Galicia: «Creemos que estas estrellas, que son aparentemente normales, pero tienen un patrón de fósforo diferente, no han sido capaces de generar ellas mismas tal abundancia y que, por tanto, el elemento estaba en la nube en la que se formaron. Es decir, que son producto de una generación anterior de estrellas que probablemente tuvo muchísima masa y fueron capaces de producir esos elementos químicos más complejos».

Manteiga es clara: «Sin este tipo de estrella, a lo mejor, la vida hubiese sido imposible en la galaxia. En ese sentido, existe esta relación entre nuestras estrellas y el desarrollo de la vida, de ahí que digamos que son las semillas de la vida».

Recalca que «el fósforo es un biomarcador, un compuesto que da indicios de que hay una actividad biológica en una determinada atmósfera. Observar una abundancia de este elemento es una señal que invita a buscar más indicios de vida. Eso hace que el descubrimiento tenga más interés porque intenta entender cuál es la fuente que provoca esa gran concentración en algunas estrellas y, si entendemos cuál es, podemos encontrar lugares en la galaxia con esas características. Es muy difícil encontrar planetas habitables, pero estamos en el camino. Este estudio tal vez nos permita entender un poco más si el sistema solar es una rareza dentro de la galaxia o es posible que existan sistemas estelares gemelos que alberguen vida».

Por último, Manteiga hace énfasis en la importancia del equipo informático que ha hecho posible este estudio: «Los astrofísicos sabían qué querían buscar, pero no sabían cómo hacerlo. La Facultad de Informática aportó las técnicas necesarias gracias al trabajo de profesionales jóvenes muy bien formados, capaces de integrarse en este equipo multidisciplinar».