Ana Soria ejerce de novia de Enrique Ponce en la plaza de toros

Martín Bastos

SOCIEDAD

Julián Pérez

La estudiante almeriense eligió un veraniego vestido de Zara para acompañar al diestro en la feria de Huelva

05 ago 2020 . Actualizado a las 00:12 h.

Con una calurosa ovación el público de Huelva recibió el lunes al torero Enrique Ponce con motivo de la Feria de las Colombinas. Esta vez entre los asistentes a la plaza de toros estaba su novia Ana Soria, que estuvo ausente de las dos corridas en las que participó el diestro el pasado fin de semana en Sevilla y Jaén. La joven no quiso perderse la actuación de Ponce, que siguió desde el tendido acompañada de sus mejores amigas, según revela ¡Hola!

Protegida con una mascarilla, Ana Soria eligió para la ocasión un vestido lencero de tirantes de color gris que forma parte de la nueva colección de Zara. De esta manera, la joven estudiante almeriense hizo su debut oficial como novia del diestro acompañándolo en la plaza. Durante toda la corrida estuvo muy pendiente de su teléfono móvil.

Al igual que había hecho el fin de semana, Ponce volvió a dibujar en la arena del ruedo una letra A, la inicial del nombre de su nuevo amor, en lugar de la cruz que es habitual, toda una declaración de intenciones de hacer público el romance que ha emprendido después de 24 años de matrimonio con Paloma Cuevas.

Enrique Ponce celebró el domingo el 30.º aniversario de su alternativa en la plaza de tercera categoría de Navas de San Juan (Jaén). En la página web del diestro de Chiva todavía reina Paloma Cuevas. «Su apoyo es el más grande que he tenido en todos estos años. Ella ha vivido intensamente el sufrimiento que conlleva ser mujer de torero. Siempre ha estado ahí. Y no es fácil».

Así se expresaba el diestro antes de que se le cruzara una almeriense (rubia, con hechuras de maniquí) y le diera una voltereta a su matrimonio, enviándolo a la enfermería... Un matrimonio que el año que viene habría cumplido las bodas de plata. Porque cuando Enrique y Paloma se casaron, Ana Soria ni siquiera había nacido.

Lo malo es que al sufrimiento de Cuevas como mujer de torero se une ahora su tormento como esposa de un marido escandalosamente infiel... «Abro el manual de La crisis de los 50 y el índice te describe», podría decirle Paloma a Ponce, inspirada en lo que le suelta a Ricardo Darín su exmujer en El hijo de la novia. Madre de dos niñas de doce y ocho años, la siempre impecable, perfecta, casi envasada al vacío Paloma Cuevas podría ahora romper el molde para plantarle cara al torero.

Está en juego un patrimonio que incluye imponentes fincas y florecientes negocios ganaderos, agrícolas e inmobiliarios. Y a Paloma, según ha declarado su entorno, con tanto exhibicionismo adolescente de Ponce, se le ha agotado la paciencia. El diestro torea hoy toros de su ganadería, pero muy pronto podría encontrarse con un divorcio astifino, más difícil de lidiar que un Victorino ´avisao´.