Un trabajo con participación gallega abre una nueva vía para tratar el alzhéimer

g. c. / r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Álvaro Ballesteros

Demuestra que la inflamación del cerebro podría ser una causa y no una consecuencia del desarrollo de este tipo de demencia

25 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El número de personas que padecen Alzheimer en España actualmente ronda los 900.000. La enfermedad es la principal causa de demencia en todo el mundo y quienes la sufren deben convivir con síntomas como pérdida de la memoria, del entendimiento, del juicio, del habla o de la orientación. Según un informe de la asociación Alzheimer Europe, en 30 años el 4 % de la población española sufrirá esta patología, pero quizás entonces o incluso antes, unos investigadores gallegos puedan ofrecer un tratamiento que no solo revierta los síntomas, sino que los detenga.

La profesora Mabel Loza y el investigador José Brea, de la Universidad de Santiago, en colaboración con la Universidad de Barcelona y la de California-Davis, han descubierto prometedores hallazgos que, aunque están en una fase inicial, abren una nueva puerta para tratar la enfermedad del alzhéimer. Su proyecto, que ya ha sido probado en ratones, demuestra que la inflamación del cerebro podría ser una causa y no una consecuencia del desarrollo de este tipo de demencia, por lo que contrarrestar esa inflamación podría ser ahora una nueva vía de aproximación para el tratamientos de esta patología.

«Nos dimos cuenta de que en el cerebro de pacientes con alzhéimer hay un incremento en la cantidad de una proteína que está muy relacionada con procesos inflamatorios. Entonces, parece que es una buena estrategia buscar compuestos que inactiven esta proteína, que la inhiban para generar un tratamiento más eficaz contra esta enfermedad», explica José Brea. «El problema que tiene esta patología es que cuando se detecta, usualmente, ya está en un estadio muy avanzado y el tratamiento que existe hasta el momento lo que permite es frenar un poco su avance, pero no lo impide. Por eso, el objetivo es encontrar tratamientos útiles para otros estadios más avanzados y frenar todavía más la enfermedad. Aún queda un camino largo, pero sin duda esta es una diana de interés», especifica.

El investigador también aclara que los estudios han sido probados en dos tipos de ratones: un grupo con alzhéimer avanzado y otro con el de tipo Alzheimer hereditario o de carácter genético. «En ambos grupos los resultados fueron positivos y se observó una mejoría, tanto en la memoria a corto plazo como en la memoria a largo plazo», afirma Brea.

Por último, el especialista también ha hecho énfasis en que «han descubierto un nuevo posible compuesto activo, pero ahora queda probarlo en distintos ensayos que garanticen que va a ser seguro cuando se administre a humanos y que, además, muestre este efecto en distintas especies. Una vez que esté todo esto hecho y si todo va bien, pues se podría llegar en pocos años a empezar los ensayos clínicos».