Los informes del Gobierno coinciden en elevar a 44.000 las muertes por el covid

MELCHOR SÁIZ-PARDO MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Europa Press

España tuvo un 57 % más de fallecidos de los esperados entre marzo y mayo

24 jul 2020 . Actualizado a las 13:37 h.

El Gobierno sigue manteniendo que de momento los fallecidos por la pandemia no alcanzan los 28.500, que mientras no se revisen las estadísticas las cifras oficiales no van a cambiar y que, en cualquier caso, los expertos deberán decidir dentro de un tiempo si incorporan -y de qué forma- a aquellos que murieron con síntomas compatibles con el covid-19 pero a los que nunca se les hizo un test antes de fallecer, ni mucho menos se les practicó la autopsia tras su deceso para determinar la causa real del óbito. En el Ministerio de Sanidad manejan desde esta misma semana los informes ya «corregidos» y prácticamente «consolidados» tras dos meses exactos de revisiones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo). Unos documentos casi definitivos tras ocho semanas de cribado que apuntan a que entre el 13 de marzo y el 22 de mayo -en los momentos más duros de la pandemia- hubo en España un exceso de mortalidad de exactamente 44.118 personas sobre los fallecidos que debían haberse producido según las series históricas de los últimos diez años.

Y no solo eso. Además, las mayores tasas de «exceso» se produjeron en las comunidades más castigadas por la primera oleada del virus y entre la población más mayor, la misma a la que la epidemia golpeó con más saña en esa primera onda infectiva. Sanidad se niega a dar por buena la interpretación de que ese «exceso» de muertes que figura en el último informe del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) con fecha de este 19 de julio se pueda achacar en todo o en parte a la pandemia porque -recuerdan desde el Gobierno- el MoMo no recoge las causas de los decesos. Sin embargo, como defienden otros epidemiólogos, es evidente que la pasada primavera no hubo ninguna otra calamidad o catástrofe que azotara España más allá del coronavirus y que pueda explicar un superávit de fallecimientos de un 57 % a nivel nacional, de acuerdo con los datos ya revisados de Instituto de Salud Carlos III.

Sea como fuere, lo cierto es que las series históricas vaticinaban que en España deberían haber muerto 76.646 personas entre el 13 de marzo y el 22 de mayo, y sin embargo fallecieron 120.764 ciudadanos, 44.118 más de los esperadas. El «exceso» de mortalidad tuvo un reparto muy desigual en cuanto a edades, como lo tuvo la pandemia. Entre los mayores de 74 años hubo un 67,4 % más de muertes de las esperadas, mientras que entre los 65 y los 74 años ese «exceso» cayó al 46,7 %, y disminuyó todavía más entre el colectivo menor de 65 años: solo un 22 % más de decesos.

La radiografía del «exceso» de mortalidad del MoMo coincide casi al 100 % con el mapa del azote del virus en la primera oleada. La Comunidad de Madrid, la más castigada por el coronavirus según los datos oficiales, también lo fue por la inflación de fallecidos inesperados, con un 166,7 % de exceso.

Las cifras del MoMo sobre el exceso de mortalidad son bastante coincidentes con las del Instituto Nacional de Estadística o la de la patronal de las funerarias. Según el INE, el número estimado de defunciones en España durante las 21 primeras semanas del 2020 (hasta el 24 de mayo) ascendió a 225.930 fallecimientos, 43.945 muertes más con respecto al mismo período del 2019. Por su parte, el estudio de la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios (Aesprof) sostiene que el número real de fallecidos por coronavirus desde el 14 de marzo hasta el pasado 25 de mayo es de 43.985, cifra que encajaría con el superávit de mortalidad registrado por el MoMo.