Detienen a 39 personas en una «fiesta del coronavirus» en Fráncfort

Patricia Baelo BERLÍN

SOCIEDAD

OMER MESSINGER

El problemático encuentro contó con la asistencia de unas 3.000 personas, la mayoría jóvenes

20 jul 2020 . Actualizado a las 20:01 h.

A las manifestaciones contra las medidas adoptadas por las autoridades para frenar la propagación del covid-19, se le suman las denominadas fiestas del coronavirus, que arrecian mientras los bares y clubes del país permanecen cerrados. La última de ellas tuvo lugar el pasado fin de semana en la emblemática plaza de la Ópera, situada el centro de Fráncfort, contó con la asistencia de unas 3.000 personas, la mayoría jóvenes, y acabó con 39 detenidos, después de que atacaran con una avalancha de botellas a la policía cuando esta intervenía para disolver una pelea.

Para que las escenas de este fin de semana no se vuelvan a repetir, las autoridades locales decidieron ayer cerrar la plaza a partir de medianoche y endurecer los controles en los alrededores. «No clausuramos la ciudad, pero no vamos a permitir semejantes disturbios de nuevo», dijo la política ecologista Rosemarie Heilig. El problema de fondo sigue siendo que a los alemanes les cuesta asumir las restricciones ante un peligro que ven muy lejano, comparado con otros países de Europa, como España e Italia, o de América, como Estados Unidos y Brasil.

«Tenemos al coronavirus bajo control», aseguró el domingo el ministro de la cancillería. No obstante, Helge Braun insistió en que se trata de algo momentáneo, y que en cualquier momento puede haber rebrotes. De hecho, aunque ahora mismo la tasa de reproducción se sitúa en el 1,42, es decir que una persona contagia a entre una y dos más, ha vuelto a haber un brote en un matadero. En esta ocasión se trata de uno de la empresa Lohne ubicado en el Land de Baja Sajonia, que ya ha dejado al menos 66 infectados y que, además, puede haberse extendido a una escuela local.

El Gobierno de Angela Merkel y los de los estados federados acordaron hace unos días un plan común, coordinado por Braun, que consiste en identificar primero el clúster en el que se ha originado el rebrote y contenerlo mediante el rastreo de contactos y test. Solo a partir de un cierto número de infecciones, se ampliarán las restricciones al municipio o distrito, y en el peor de los casos, a toda la región afectada. Asimismo, Baviera empezará a ofrecer dentro de unos días pruebas gratuitas de covid-19 en sus aeropuertos, para los viajeros que regresen de las vacaciones.

Ante la inquietud de que el turismo pueda ser ahora la principal fuente de contagios, el ministro de la cancillería mostró su decepción y «enfado» por la conducta de los jóvenes alemanes en Mallorca. Paralelamente, Braun apostó por una ceremonia en memoria de las víctimas similar a la celebrada la semana pasada en España. «A nuestra felicidad por la baja cifra de infecciones deberíamos sumarle un gesto que indique que no olvidamos a los fallecidos», sugirió.

Nuevo brote en un matadero

Un nuevo brote detectado en un matadero alemán de Baja Sajonia, que ha dejado 66 positivos, se ha propagado a una escuela del mismo distrito. Se considera un repunte local y controlado, según las autoridades del estado federado. En total se han realizado ya más de mil análisis entre trabajadores de la planta y personas relacionadas con estos. También se están haciendo test a los empleados del centro educativo.

El brote es, sin embargo, de dimensiones muy inferiores al que se detectó hace unas semanas en un matadero de Gütersloh, en que se certificaron más de 1.500 infecciones entre sus trabajadores o personas de contacto, lo que llegó a restringir los movimientos de los 640.000 habitantes del distrito afectado.

En Alemania se han verificado hasta ahora 201.823 contagios, según las cifras del Instituto Robert Koch, competente en la materia. Un total de 187.800 son pacientes recuperados, mientras que el número de víctimas mortales se sitúa en 9.086.