Además, está el confinamiento en sí a los contactos de casos. Durante catorce días no pueden salir de sus casas, pero a veces esa medida se relaja y si pasan diez días sin ninguna manifestación clínica, se puede hacer una PCR y liberar a la persona del aislamiento, que nunca se llega a considerar caso, sino contacto de caso.
En los aeropuertos, estaciones de tren y de autobús, así como dentro de cada vehículo, es obligatorio el uso de mascarillas, pero la distancia social es imposible. Ayer mismo, un pasajero de Vigo a Madrid relataba cómo hacía cola para subirse al avión y los pasajeros iban pegados, mientras que no había apenas marcas de seguridad en el suelo que invitasen a mantener la distancia. Al aeropuerto entran solo los pasajeros, salvo casos excepcionales, pero fuera de la terminal se aglomera la gente que se va a ir de viaje y la que ha llegado.