Meghan Markle reaparece empoderada, ya desvinculada de la familia real británica

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Este es el poderoso mensaje que la duquesa de Sussex ha enviado a las niñas en su primer gran acto tras dejar de ser «royal»

15 jul 2020 . Actualizado a las 19:24 h.

Hace seis meses, Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron dar un paso atrás en su actividad dentro de la familia real británica y a principios de marzo -el Día de la Commonwealth- protagonizaron su último acto como miembros de la Casa de Windsor. La pareja abandonó el Reino Unido y se instaló en Canadá y, desde entonces, se dedica a criar a su primer hijo, Archie, y a hacer de este un mundo mejor. La labor humanitaria es ahora su principal ocupación y el feminismo, en particular, una causa en la que Markle está particularmente volcada. Este mismo martes reapareció en público en un megaevento, en el que también han participado figuras como Hillary Clinton o Michelle Obama, para enviar un inspirador mensaje de empoderamiento a las niñas del mundo. 

«Quiero compartir algo con todas vosotras: en los lugares donde se ejerce el poder, allí donde trabajan legisladores, ejecutivos y líderes mundiales, dependen de vosotras más de lo que vosotras dependéis de ellos. Y por supuesto lo saben», recordó Markle durante su turno de palabra en la cumbre virtual de liderazgo femenino Girl Up Leadership Summit. Luciendo una larga melena lisa y enfundada en una camiseta azul, insistió en un mensaje que ya había enviado en el 2018: en la importancia de la voz de las mujeres, en lo necesario de alzarla, de apoyarla, de fortalecerla.

«Os necesitamos desesperadamente para que empujéis con fuerza en una dirección más inclusiva, más justa y más empática -dijo, apelando a las más jóvenes-. No podéis conformaros con enmarcar el debate: tenéis que estar a cargo de él. Tenéis que presionar para que se hable sobre materias como justicia racial, género, cambio climático, salud mental y bienestar, compromiso cívico… Tenéis que continuar el trabajo que ya estás haciendo». 

«El momento en el que estamos viviendo nos exige a todas que hagamos más. Vuestras voces y vuestra acción nunca fueron tan necesarias. Porque creer en la verdadera igualdad no es suficiente: tenemos que trabajar por ello todos los días; incluso cuando es difícil e incluso cuando otros se sienten incómodos. Tenemos que hablar por nosotras mismas y tenemos que alzar la voz por otras que luchan por ser escuchadas (...) No caigáis nunca en el error que creer que no tenéis las respuestas. No subestiméis vuestra habilidad para superar el miedo. Manteneos firmes en vuestras convicciones. Vuestro instinto ya os dirá qué está bien y qué está mal. Qué es justo e injusto. La parte más difícil, y fue la más difícil para mí, es la de defender tus convicciones con hechos y acciones firmes».