«El momento en el que estamos viviendo nos exige a todas que hagamos más. Vuestras voces y vuestra acción nunca fueron tan necesarias. Porque creer en la verdadera igualdad no es suficiente: tenemos que trabajar por ello todos los días; incluso cuando es difícil e incluso cuando otros se sienten incómodos. Tenemos que hablar por nosotras mismas y tenemos que alzar la voz por otras que luchan por ser escuchadas (...) No caigáis nunca en el error que creer que no tenéis las respuestas. No subestiméis vuestra habilidad para superar el miedo. Manteneos firmes en vuestras convicciones. Vuestro instinto ya os dirá qué está bien y qué está mal. Qué es justo e injusto. La parte más difícil, y fue la más difícil para mí, es la de defender tus convicciones con hechos y acciones firmes».