Las cinco mejores historias (breves) del confinamiento

Mikel Labastida MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Leticia Dolera
Leticia Dolera EUROPAPRESS

HBO, Amazon y Netflix retratan la cuarentena en una serie de cortos de autor con resultados más o menos inspirados

11 jul 2020 . Actualizado a las 07:20 h.

El confinamiento paralizó la actividad prevista de muchos profesionales pero no su creatividad. De estos meses de reclusión saldrán multitud de obras que deberemos analizar con perspectiva para catalogar su valor artístico o testimonial. De momento y sin apenas tiempo para desescalar, las plataformas de televisión ya han presentado algunos trabajos surgidos durante este período, realizados en condiciones y con medios muy precarios. Es en esos momentos -en que no se puede recurrir a efectos especiales ni fuegos artificiales- cuando las buenas ideas brillan con fuerza.

En este sentido, HBO fue la primera en mostrar lo que había dado de sí su cuarentena y lo hizo de la mano de algunos de los directores españoles más estimulantes de los últimos años (En casa lo conforman Leticia Dolera, Rodrigo Sorogoyen, Paula Ortiz, Carlos Marquès-Marcet y Elena Martín). En los últimos días han hecho lo propio plataformas como Amazon Prime Video y Netflix. Los primeros han firmado Relatos con-fin-a-dos, que utiliza también la fórmula de relatos independientes surgidos de la imaginación de cineastas y actores como Álvaro Fernández Armero, Fernando Colomo, David Marqués, Miguel Bardem y Juan Diego Botto. Sí, es evidente la ausencia de miradas femeninas en esta selección.

Por su parte, Netflix propone en Hecho en casa una recopilación de historias con profesionales de todo el mundo, que ofrecen su visión sobre lo que ha supuesto esta pandemia en sus vidas. En total tenemos a nuestra disposición 27 relatos (de duraciones variables, entre los 7 y los 45 minutos), más o menos inspirados, cuyo objetivo es, en unos casos, reflexionar sobre las consecuencias de esta crisis sanitaria y el encierro al que nos hemos visto obligados, y en otros, simplemente, entretener al espectador. Destacamos a continuación los cinco proyectos más acertados de cuantos han pasado por nuestra pantalla.

«Roma»

Paolo Sorrentino (Netflix). El encuentro más inesperado. Que a Sorrentino le inspiran los Papas ya lo sabíamos. Solo hay que echar un vistazo a lo que han dado de sí The Young Pope y The New Pope para comprobarlo. Lo que no vimos venir fue la imposible relación que iba a recrear en Roma -así es como se llama el capítulo que ha dirigido el cineasta italiano- entre el actual Pontífice y la reina Isabel II, cuando esta última es obligada a quedarse a pasar la cuarentena en el Vaticano tras el cierre de fronteras de Italia. El director italiano fantasea, animado por Netflix, con que este encuentro sirviese para que ambos se redescubran y hallen elementos capaces de unirlos. Y lo hace por medio de dos muñecos-suvenires con las caras de Francisco y la monarca y unos diálogos divertidos y cargados de ironía.

«Gourmet»

Juan Diego Botto (Amazon Prime).  La trama más terrorífica. Todo en Gourmet, la historia protagonizada por Luis Tosar y María Luisa Mayol, muy bien dirigidos por Juan Diego Botto, da francamente miedo. De hecho el terror cotidiano, cercano, es el denominador común de casi todas las propuestas de Amazon Prime en Relatos con-fin-a-dos. En este caso consigue mantener la tensión durante diez minutos en torno a un hombre de negocios desesperado al que el confinamiento le pone en serios aprietos al no poder remediar y esconder algunos asuntos en los que andaba implicado. A su lado, una esposa implacable que no está dispuesta a que se desmorone el castillo que han armado en los últimos años. Un giro final pone la guinda a un relato bien narrado y excelentemente interpretado.

«Self-tape»

Álvaro Fernández Armero (Amazon). La historia más divertida. Aunque también tiene un desenlace que no esperamos, Self-tape, el cortometraje de Amazon Prime Video de Álvaro Fernández Armero, podría considerarse una comedia romántica que les sirve a Sara Sálamo y a su pareja, el futbolista Isco Alarcón (una sorpresa, para bien), para demostrar sus dotes humorísticas. Lo hacen cuando han de interpretar a una pareja de padres recientes (esto les sonará) y ella debe preparar una prueba de vídeo para un casting con el que pretende conseguir un personaje de época. La naturalidad y el indudable feeling entre ellos propician la trama más divertida de este confinamiento mediático.

«Mi jaula»

Leticia Dolera (HBO). El relato más comprometido. Las mejores historias no son necesariamente las más enrevesadas. A veces las más sencillas funcionan incluso mejor. Se demuestra en la que propone Dolera en HBO, Mi jaula, que la pone a ella como protagonista de un angustioso acoso al que se ve sometida una joven cuando el estado de alarma la obliga a quedarse en casa y es continuamente vigilada en la distancia por su novio (a través de llamadas y por las redes sociales). La actriz y realizadora se fija en la opresión que habrán sufrido muchas mujeres obligadas en este tiempo a convivir (aunque no sea literalmente) con un maltratador. Oportuno y bien resuelto.

«Santiago»

Pablo Larraín (Netflix). La llamada más patética. Lo que parecía que iba a ser un encuentro romántico de una pareja de ancianos que no se ha visto en años y a los que la cuarentena permite volver a ponerse en contacto a través de una videollamada se convierte en un ajuste de cuentas por los hechos cometidos en el pasado. En Santiago, Jaime Vadell encarna al antiguo galán que pretende usar sus dotes pretéritas desde la residencia en la que está internado, al que da réplica Mercedes Morán, que es quien se encarga de devolverle a la realidad. Despiadada y cruel la aportación de Larraín a lo de Netflix.