Galicia cumple un mes sin muertes por covid-19

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

El último fallecido por covid-19 estaba ingresado en el Chuvi
El último fallecido por covid-19 estaba ingresado en el Chuvi M.MORALEJO

El último fallecimiento se produjo el 10 de junio en el Chuvi

10 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue un varón de 83 años, ingresado en el Chuvi y con patologías previas. Hace exactamente un mes. El pasado 10 de junio la Consellería de Sanidade confirmaba el que de momento es el último fallecido por covid-19 en Galicia. Desde entonces han pasado 30 días sin víctimas mortales y casi sin ingresos en uci. Casi, porque precisamente hoy se cumplía un mes desde que el último enfermo de cuidados intensivos daba negativo en coronavirus, pero el varón hospitalizado ayer en el Álvaro Cunqueiro, que tuvo que ser ingresado directamente en la uci debido a su gravedad, ha hecho que no llegue a cumplirse el mes.

Finales de marzo y la primera quincena de abril fue la época más dramática de la pandemia en la comunidad gallega. Solo en los hospitales, es decir, sin contar las víctimas de las residencias, se contabilizaban cada día más de una decena de muertes. El 3 de abril, con 21 fallecimientos, fue la peor jornada, pero entre el 30 de marzo y el 12 de abril nunca se bajó de los diez muertos diarios por covid-19.

Mientras, en los hospitales aguardan expectantes, «con humildad e incertidumbre», explica Cristóbal Galán, jefe de la uci en el CHUS. Precisamente fue este servicio el que tuvo al último paciente de Galicia en cuidados intensivos, que acabó negativizando el virus el 10 de junio.

Este mes de tensa calma, en el que los hospitales han comenzado a respirar, no permite bajar la guardia, «siempre tenemos la duda de si a partir de ahora va a haber rebrotes de poca entidad o de si son el preludio de la aparición de una nueva onda epidémica, y es eso lo que tenemos tratar de evitar por todos los medios».

Tratar de evitar a toda costa, indica este ucista, que se repita la situación de marzo y abril. Porque aquellos fueron días difíciles. El principal temor era si los casos llegaban a superar la capacidad hospitalaria, «lo peor fue cuando los enfermos iban subiendo como una escalera; llegamos a tener dieciséis pacientes en uci y en el conjunto del hospital, porque también había en críticos en reanimación, eran 27, y cuando ves que empiezan a subir preocupa», admite Galbán.

El hecho de que los hospitalizados hayan caído -hay siete actualmente- y que la comunidad registre un mes sin muertos, se debe a que las cosas no se han hecho mal, «estamos satisfechos de cómo lo hemos hecho, y ahora esperábamos tener un período de descanso para poder recuperarnos, porque la carga de trabajo ha sido muy importante», explica el jefe de la uci del CHUS.

Pero a estas alturas no cabe confiarse ni un momento, y la magnitud de algunos rebrotes, como los de Lleida, Aragón o A Mariña, así lo demuestra, «tenemos que seguir con una alerta impresionante y trabajar con prudencia y humildad, estando preparados para cualquier situación que pueda llegar».

Manejar la incertidumbre

Lo que tienen claro los clínicos es que hay que acostumbrarse a convivir con el covid-19 un largo tiempo, al menos hasta que haya una vacuna efectiva, y a la incertidumbre de esta patología, «tenemos que manejar la enfermedad ya que no sabemos cómo se van a desarrollar las cosas, es un virus que pone en riesgo la vida de un paciente y más grave de lo que pensamos en un principio porque afecta a todos y cada uno de los órganos del enfermo».

De momento la comunidad cumple un mes sin fallecidos por covid-19, pero extremando las precauciones porque los más de 70 brotes repartidos por toda España han demostrado que el virus sigue ahí.