«Me cogió el bichito con casi 90 años y estuve 14 días ingresada en el HULA»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Mercedes Izurieta nació en Logroño y su marido regentó una joyería en la calle San Pedro, en Lugo
Mercedes Izurieta nació en Logroño y su marido regentó una joyería en la calle San Pedro, en Lugo OSCAR CELA

Mercedes Izurieta nació en Logroño, pero su vinculación con Lugo empezó de niña y su marido regentó una joyería en la calle San Pedro

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Mercedes Izurieta nació en Logroño, vivió en Nueva Jersey durante 40 años de su vida y ahora, habla desde Avime Fogar, en Cospeito, una vivienda comunitaria rodeada de paz y situada en la parroquia de Támoga. Allí convive con otras once personas, rodeadas de tranquilidad, árboles y un perro que no deja de corretear alrededor de la casa. Pero Mercedes, además de guardar una historia personal llena de viajes y recuerdos, ha superado ahora una pandemia sanitaria mundial. Con 89 años, y a poco más de un mes de cumplir los 90, el coronavirus la llevó hasta una cama de hospital, donde permaneció 14 días ingresada por una neumonía provocada por el covid-19. «Me cogió el bichito y me ingresaron. Durante esas dos semanas no me moví más que de la cama al sofá que estaba al lado. Lo pasé mal. Los días eran muy largos, pero lo peor aún eran las noches», asegura Mercedes, recordando con dolor su estancia hospitalaria.

«Los días en el hospital eran muy largos, pero lo peor eran, sin duda, las largas noches»

Una mujer enérgica

Ayer, Mercedes salió en el periódico y se emocionó mucho. De entrada, a ella le hacía ilusión posar en el corral de las gallinas para la foto, algo que se cumplió también. «Nunca había llegado hasta esta zona de la casa», comentaba emocionada. Sobre el centro, Mercedes quiere recalcar que se siente muy feliz y que la cuidan mucho «y muy bien».

Mercedes tiene un hijo que vive en Nueva Jersey, adónde se mudó cuando su pequeño cumplió 17 años, y al que tiene muchas ganas de ver. Allí, en Estados Unidos, también vive su nuera y su nieta. «El mes pasado pagué 200 euros de factura telefónica, porque mi hijo se preocupó mucho al saber que estaba malita», comenta Mercedes, que también explica que en numerosas ocasiones hace videoconferencia con él, con su nieta y con su nuera. En cuanto el coronavirus lo permita, todos vendrán hasta Lugo para hacerle una visita.

«Volví a España hace 12 años y llevo viviendo aquí, en Avime Fogar, algo más de uno. Fue un sitio que le gustó a mi hijo, y en el que yo estoy muy contenta», comenta Mercedes desde el interior de lo que se ha convertido en su hogar. «Vine para aquí a cuidar de un hermano, y después, llegué a Galicia para asentarme en casa de unos sobrinos», añade esta mujer.

«Volví a España hace 12 años, después de vivir durante 40 en Nueva Jersey»

Mercedes Izurieta y Montse, una de las tres socias fundadoras de Avime Fogar
Mercedes Izurieta y Montse, una de las tres socias fundadoras de Avime Fogar OSCAR CELA

Marido lucense

La conexión de Mercedes con Lugo no es de ahora. Su marido era lucense y sus sobrinas viven en Rábade. Y ella misma vivió con un tío en la provincia cuando era joven. Después, ya casada, se instaló en la ciudad. «Mi marido tuvo muchos años una joyería en la calle San Pedro. Pero el sector no estaba muy bien aquí, por lo que nos animaron a irnos a Estados Unidos», comenta. Tres años después de aterrizar, el hijo de este matrimonio decidió que quería asentarse allí, «hace apenas unos meses que se retiró», añade orgullosa Mercedes, con esa manera de hablar que solo tienen las madres cuando charlan de sus hijos.

Mercedes Izurieta se despide con su sonrisa desde la que es su casa en Támoga. En la mano, una manta hecha a ganchillo, aunque a ella también le encanta calcetar y, hasta hace poco, pasear por el campo, aunque la operaron hace un par de años. Sin embargo, nada le ha quitado las ganas. Ni de caminar, ni de soñar.