Alemania recula y reconfina a dos localidades enteras

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Impone la cuarentena tras el brote en un matadero

24 jun 2020 . Actualizado a las 08:13 h.

Cuando uno de los países que, tanto a ojos de sus ciudadanos como de la comunidad internacional, mejor ha gestionado la pandemia se ve obligado a dar marcha atrás en el desconfinamiento debido a nuevos brotes, cabe plantearse si realmente existe alguna posibilidad de mantener bajo control al coronavirus. Las autoridades alemanas retrocedían ayer por primera vez en su intento de regresar a la normalidad. Unas 385.000 personas de las localidades de Gütersloh y Warendorf, situadas en el occidental estado federado de Renania del Norte-Westfalia, han sido reconfinadas otra vez, después de un rebrote de covid-19 registrado en un matadero de la zona que ha supuesto ya más de 1.500 positivos.

No es el primer repunte de contagios que se da en una central cárnica, ni será el último. Con tal de mantener los precios de la carne bajo mínimos, el sector se caracteriza por la precariedad laboral, con mano de obra fundamentalmente extranjera que trabaja por turnos durante largas jornadas y se aloja de manera hacinada en dependencias demasiado pequeñas. Sin embargo, esta vez la cifra de infectados, en su mayoría búlgaros y rumanos, ha sacado los colores a la empresa Tönnies y ha obligado a actuar a las autoridades regionales. «Vamos a ordenar el cierre de la vida pública en todo Gütersloh y Warendorf una semana», declaró el jefe de Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet.

El reconfinamiento se traducirá en el cierre de bares, cines y museos, así como en la prohibición de las actividades de ocio en espacios cerrados y la reducción de los contactos interpersonales, es decir volver al nivel de marzo, cuando estalló la pandemia en el país. Se trata de una medida «temporal y profiláctica», que tiene como objetivo realizar test masivos entre la población local, para esclarecer hasta qué punto hay infectados más allá de los empleados del matadero, pues por el momento solo hay 24 casos confirmados. «Sabemos que la cifra de contagios no ha aumentado, y aún así exigimos de la gente que acepte el cierre de la vida pública», reconoció Laschet.

El político cristianodemócrata, considerado hoy uno de los potenciales sucesores de Angela Merkel, dijo ser consciente de «la enorme carga» que suponen estas restricciones, pero hizo hincapié en que durarán una semana, «salvo que la situación empeore». Aunque también se han registrado dos nuevos brotes en un bloque de viviendas de la ciudad de Gotinga, ubicada en el centro de Alemania, y en un popular barrio de Berlín.

Todo ello ha disparado la tasa de reproducción del covid-19 hasta el 2,76, lo que significa que una persona contagia a entre dos y tres, tras mantenerse estable en mayo en el 1. Por eso los expertos piden a la población que siga respetando las normas de distancia social, higiene y seguridad. «Tenemos que ser muy precavidos. El virus continúa aquí y, si le damos la oportunidad de propagarse, lo hará», subrayó el director del Instituto Robert Koch, Lothar Wieler.