La ciencia detecta un objeto cósmico misterioso de 800 millones de años

SOCIEDAD

LIGO

El evento surgió de la fusión de un agujero negro y una estrella de neutrones

23 jun 2020 . Actualizado a las 18:01 h.

Los detectores VIRGO y LIGO acaban de anunciar la observación de un objeto misterioso de 2,6 masas solares que se formó como resultado de una interacción entre una estrella de neutrones, un tipo de remanente resultante del colapso gravitacional de una estrella supergigante masiva después de agotar el combustible en su núcleo y explotar como una supernova, y un agujero negro

Hace 800 millones de años, la estrella se fusionó con el agujero negro de 23 masas solares. La unión generó un mar de ondas gravitacionales que se han propagado a través del espacio y el tiempo y llegaron a la Tierra el pasado 14 de agosto del 2019. Sin embargo, la única onda gravitacional observada no permite desvelar realmente la verdadera naturaleza del evento. ¿Es un agujero negro, una estrella de neutrones o ambas cosas? ¿Estamos ante un fenómeno completamente nuevo? 

Desde hace mucho tiempo, la comunidad científica ha estado descolocada ante la ausencia de observaciones de objetos con masas que oscilen entre 2,5 y 5 masas solares. Este intervalo es conocido como «hueco en la distribución de masas» y siempre se ha considerado que resulta demasiado pequeño para un agujero negro y demasiado grande para una estrella de neutrones. 

Pero ahora la colaboración científica entre los detectores Advanced Virgo, en Italia, y los dos detectores Advanced LIGO, en Estados Unidos, en la que también participa el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías de la Universidad de Santiago acaba de publicar un artículo en la revista The Astrophysical Journal Letters en el que anuncia la detección de un objeto con 2,6 masas solares. El descubrimiento pone en cuestión la existencia de ese «hueco». 

Otra peculiaridad del evento observado reside en que la fusión muestra la proporción más inusual entre masas de un mismo sistema binario registrado hasta el momento. El objeto más grande es aproximadamente 9 veces más masivo que el menor. «Este suceso mostra novamente o potencial da rede global de detectores para localizar estes misteriosos eventos cósmicos no espazo con maior precisión. Estamos a mellorar continuamente os métodos para a detección e o seguimento das fontes de ondas gravitacionais a medida que a rede vai ampliándose», asegura Thomas Dent, coordinador del programa de ondas gravitacionales del IGFAE.