¿Cuál es el riesgo de los asintomáticos? La OMS minimiza su papel en la dispersión del virus, pero la ciencia no

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

OMS

Los expertos sí creen necesario estudiar mejor la responsabilidad de este grupo de infectados en la propagación de la enfermedad

10 jun 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

En torno al 40 % de las personas contagiadas por coronavirus son asintomáticas. Porcentaje arriba o abajo es lo que se deduce del seguimiento realizado desde el inicio de la pandemia. Pero, ¿hasta qué punto son o fueron los responsables de la propagación exponencial del virus? Desde el inicio de la crisis sanitaria se incidió en la importancia de este grupo en la diseminación del SARS-CoV-2 en China, donde explotó a finales de enero, pero en realidad había sido propagada semanas antes de forma silenciosa por los asintomáticos. Y lo mismo se cree que ocurrió en España, donde el patógeno llegó a finales de febrero, pero no manifestó su crudeza hasta mediados de marzo. Sin embargo, la OMS cuestiona ahora este planteamiento. Es más, minimiza el papel de los asintomáticos y asegura que su capacidad de dispersión del virus es «muy rara» y solo les atribuye el 6 % de los contagios.

«A partir de los datos que tenemos, todavía parece raro que una persona asintomática realmente transmita a un individuo secundario», aseguró Mari Van Kerkhove, jefa de la unidad de Zoonosis y Enfermedades Emergentes de la OMS, quien destacó que la estrategia de los gobiernos debe centrarse en detectar y aislar a las personas con síntomas y a sus contactos. «Tenemos una serie de informes de países —añadió— que están haciendo un seguimiento de contactos muy detallado. Y no están encontrando transmisión secundaria en adelante. Es muy raro».

Sin embargo, a los expertos consultados por La Voz esta afirmación les desaparece demasiado contundente. Si bien es cierto que indican que aún no existen demasiados estudios que concreten de forma fehaciente el verdadero papel de estos infectados, precisan que tampoco se los puede minusvalorar. Y mucho menos a los presintomáticos, aquellos que tienen una gran capacidad de contagiar a otras personas dos o tres días antes de que la enfermedad se les empiece a manifestar.

La más contundente ante las declaraciones de la OMS es Sonia Villapol, una investigadora gallega que trabaja en Houston en identificar si los microbios del intestino, la microbiota, protegen frente al covid-19. «As declaracións da OMS nas que di que raramente os asintomáticos contaxian non teñen base científica e confunden», dice. Alude a un reciente estudio en Annals of Internal Medicine en el que se asegura que «la probabilidad de que aproximadamente del 40 % al 45 % de las personas infectadas con SARS-CoV-2 permanezcan asintomáticas sugiere que el virus podría tener un potencial mayor que el estimado previamente para propagarse silenciosa y profundamente a través de las poblaciones humanas».

Alberto García Basteiro, epidemiólogo gallego en el hospital Clínic de Barcelona, sí cree que la capacidad de contagio de un asintomático es más baja, bien porque su carga viral sea menor o porque su sistema inmune lo haya controlado mejor, lo que no quita que no haya que tenerlos muy en cuenta. «Es mucho más probable —dice— que contagie menos al no toser o estornudar, pero de ahí a que no lo haga o que sea algo muy raro va un trecho». El experto cree importante avanzar en estudios más contrastados y serios sobre la situación.

La clave está en un seguimiento estrecho de los contactos de las personas que han dado positivo en las pruebas PCR o que son sospechosos. Ahí es donde podría encontrarse a la legión silenciosa de asintomáticos. Es lo que también cree la responsable de Medicina Preventiva y Salud Pública en el Chuac de A Coruña, María José Pereiro, quien también incide en la necesidad de «identificar bien a los asintomáticos», si bien reconoce la dificultad. «¿Cómo los identificamos?, ¿en entornos donde haya una incidencia de casos muy llamativa y eso te haga pensar que hay algo detrás?», se pregunta. Y apuesta por el rastreo de los contactos de los contagiados.

El virólogo R. Ortiz de Lejarazu, del Centro Nacional de la Gripe, se muestra más claro frente a la OMS y asegura que insinuar que los pacientes asintomáticos no contagian «es un concepto erróneo».