Mes y medio en coma y setenta días en la uci: «Casi no lo cuenta»

m. r. OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

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Óscar Felicio Silva ingresó por fin en planta en el CHUO tras una dura lucha contra el coronavirus

11 jun 2020 . Actualizado a las 13:17 h.

La historia de Óscar Felicio Silva Saturne, de 59 años, es quizás una de las más duras vividas en la uci covid del Complexo Hospitalario de Ourense, aunque afortunadamente con desenlace feliz. Llevaba setenta días, desde el 31 de marzo, en la unidad de críticos y casi cincuenta en coma inducido: pero ha conseguido superarlo. Después de unos días estable, ha sido trasladado a la planta y ya está iniciando la rehabilitación para volver a caminar. Ahora está cansado, ha perdido kilos y masa muscular, pero se encuentra muy animado desde que empezó a ver el horizonte de poder dejar la uci y pasar a planta, cuenta su hijo, Facundo Correia.

Óscar Silva vivió momentos muy duros en el hospital con esta enfermedad. «Casi no lo cuenta, si no llega a ser por el equipo médico, que fue excelente», señala su hijo. El coronavirus enseguida le comenzó a dañar la función respiratoria, aunque los primeros días en casa pensaron que era una gripe. Silva trabaja de cocinero en una brasería, que llevaba ya un par de semanas cerrada por la cuarentena, cuando Óscar se contagió, a finales de marzo. «No sabemos dónde lo cogió porque en el confinamiento él salió solo dos veces al supermercado», indica Correia. En la casa, también lo pasaron la madre y la hermana de Facundo y su sobrino de tres años, pero todos con síntomas mucho más leves, aunque la madre sí que tuvo que guardar cama.

En aquellos días de marzo, con la curva de contagios disparada, Facundo apunta que tuvieron que llamar «quince veces» a la ambulancia, cuando la situación de su padre se agravó y casi no podía respirar. Al llegar a las urgencias covid, rápidamente fue intubado para suministrarle oxígeno. Pero fueron muchos días en esa situación, 45 en coma, y oyendo partes médicos poco esperanzadores. Además del covid, fueron apareciendo complicaciones como una infección en la sangre o un hongo en los pulmones, consecuencias de las bajas defensas que le provocó la enfermedad, enumera su hijo.

Pero Óscar superó los peores momentos y un día despertó. Los médicos de todos los turnos lo conocían y trataban de explicarle qué le había pasado. Él, con una traqueotomía, no podía responder en ese momento pero sí le manifestó a su mujer que no daba crédito a haber sobrevivido a esa situación. Hasta hace tres semanas su esposa no pudo pasar a visitarle y pero ahora, en planta, ya puede estar más tiempo con sus familiares.

La preocupación que tiene ahora, indica su hijo, es la laboral, sobre si podrá volver a su empleo. La familia, que vino de Uruguay en el 2001, trata de tranquilizarle diciendo que lo importante es su recuperación y que haya salido adelante. Mucha fuerza le transmitieron también los sanitarios ourensanos que le salvaron la vida y le hicieron el paseíllo y aplaudieron cuando salió de la uci después de más de dos meses.