Arranca la segunda parte del estudio epidemiológico de la Xunta con dudas sobre su validez

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS CREO

En los centros de salud se registraron menos ausencias que en la primera fase

09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Por si acaso la voy a hacer». Esta era una de las contestaciones más repetidas entre las personas que participaron en la segunda fase del estudio epidemiológico de la Xunta, que arrancó ayer en los centros de salud de la comarca y en la que está previsto que participen unos 1.700 vecinos. Las conclusiones de la primera parte de esta investigación -en la que se testó al mismo número de participantes- fueron muy cuestionadas, puesto que solo 11 personas arrojaron un resultado positivo, por lo que muchos profesionales criticaron que estas pruebas de la Consellería de Sanidade fueran efectivas para detectar el covid-19, mientras que otros afirmaron que con estos test se constataba que el virus apenas circuló por la zona.

Con esta incertidumbre sobre la posible validez del estudio se acercaron ayer a los consultorios muchos de los barbanzanos que previamente habían sido citados por teléfono a través de un sistema aleatorio elaborado por el Instituto Galego de Estatística. «Aunque hay cierta incertidumbre, yo creo que esta vez se está respondiendo mejor y hay menos ausencias que en la primera parte», explicó Ángeles Mera, responsable de enfermería del centro de salud de Ribeira, donde ayer se realizaron cerca de 60 pruebas. Ella considera que estos test servirán para ver que hay muy poca gente que se ha inmunizado frente al coronavirus.

Más casos

Desde el ambulatorio de Rianxo opinan que esta segunda oleada de pruebas puede traer desagradables sorpresas, «porque mucha gente ha bajado la guardia con la desescalada, y yo creo que pueden aparecer más casos, solo basta con ver como están las playas y las terrazas», destacó Germán Allut.

Mucho más crítico con este estudio ha sido José María Dios, médico en el consultorio de Outes, que señaló: «É un gasto innecesario, unha perda de tempo e unha carga de traballo adicional para o persoal de atención primaria, sobre todo de enfermería, que é o que ten que facer todas as probas».

Tanto él como muchos compañeros del resto de los centros de salud de Barbanza explicaron que el momento era el menos indicado para hacer los test, puesto que justo ahora se comenzaban a recuperar un poco las consultas presenciales, y la realización de las pruebas obligó a reorganizar todo de nuevo para poder atender a todos los enfermos.