Vigo vuelve a celebrar bodas civiles

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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La jueza del Registro Civil enlazó a cinco parejas ayer, menos de las previstas

07 jun 2020 . Actualizado a las 01:14 h.

La rampa de los juzgados de la calle Lalín volvió a cubrirse de arroz después de casi tres meses sin bodas civiles. Los invitados lanzaron puñados de granos al salir las cinco parejas que contrajeron enlace en el Registro Civil de Vigo siguiendo la normativa sanitaria del covid-19. Para prevenir contagios, solo pudieron acceder los contrayentes, dos testigos y un familiar muy allegado.

Estas cinco bodas son las primeras que se celebran en el Registro Civil desde el 13 de marzo. Son dos menos de las previstas en la agenda del Registro Civil, ya que varias parejas renunciaron al enlace nupcial porque sus invitados no podían viajar durante la fase 1 o 2, ni los restaurantes acoger grandes banquetes ni los cónyuges en ERTE pagar el convite. Tampoco pueden disfrutar de la luna de miel.

El juzgado había programado siete bodas civiles para esta fecha antes de que entrase en vigor el estado de alarma. La mayoría se cayeron de la agenda, según relatan fuentes jurídicas. Para rellenar los huecos, el Juzgado telefoneó en los últimos días al centenar de parejas que vieron cancelado su enlace en marzo, abril y mayo, por si les interesaba casarse en los días libres que dejan los novios que renuncian.

De los siete huecos disponibles ayer, lograron rellenarse cinco con parejas que vieron cancelado su enlace por el covid. Las próximas ceremonias se realizarán el viernes día 12 y se espera una gran afluencia. Son bodas civiles que ya estaban previstas antes del 14 de marzo. Si queda algún hueco libre, los novios sin fecha podrán ocupar las vacantes.

Al final de la mañana de ayer salía la última pareja que había contraído nupcias. En total, eran seis personas, entre novios, familia y testigos. Una normativa es que en la sala no se permiten más de estas personas, los justos para firmar y familiares muy cercanos como la madre de la novia.

Según fuentes jurídicas, el año del covid es un «mal año para casarse». En tono de broma, un miembro del personal advierte a una novia que vino a gestionar el papeleo: «Todos los años son malos para casarse, pero este es el peor». Eso se debe a la paralización del juzgado, la falta de personal y el inicio de las vacaciones. Septiembre se perfila como el mes para reanudar la marcha.

La próxima semana se prevé que haya mayor actividad en los juzgados. Los magistrados intentarán despejar las conformidades para acelerar los asuntos que se puedan resolver con acuerdos y dejar los más conflictivos.

Agosto hábil al 20 %

Según fuentes del sindicato Staj, el mes de agosto será hábil por deseo del Ministerio de Justicia pero el Poder Judicial prevé limitar la presencia de funcionarios al 20 % y restringir al mínimo la celebración de vistas. Para Staj, hay una «contradicción» entre hacer agosto hábil y luego restringir la plantilla.