Ellos son matrimonios postcoronavirus

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

SOCIEDAD

Iván y Noemí, recién casados, rodeados por sus testigos de boda, Esperanza y Antonio
Iván y Noemí, recién casados, rodeados por sus testigos de boda, Esperanza y Antonio MIGUEL VILLAR

Los juzgados volvieron a acoger bodas después del parón al que obligó la crisis sanitaria

06 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tenían cita para el 5 de junio desde hacía meses, pero el estado de alarma les hizo retener las ganas de boda en el cajón de su mesilla de noche, que comparten desde hace diez años. Justos. Casarse fue una promesa que Noemí Prada e Iván Iglesias se hicieron cuando comenzaron a salir, en agosto del 2010. «Dijimos que si durábamos 10 años nos casábamos, y aquí estamos», explicaba ayer Iván. Lo decía a las puertas de la sala número 9 del juzgado de Ourense, a escasos minutos de contraer matrimonio con Noemí, la madre de sus tres hijos. Ellos fueron los protagonistas de la primera boda que tuvo lugar en este edificio ourensano tras el confinamiento provocado por la crisis del coronavirus.

«Nos llamaron hace dos semanas para proponernos seguir adelante con la fecha que ya teníamos para casarnos y aceptamos encantados», explicaba Noemí. Y allí estaban los dos este viernes, veinte minutos antes de la hora prevista -las doce-, de punta en blanco y acompañados por sus testigos, la madre de la novia, Esperanza, y su pareja, Antonio. «Estamos contentísimos, tanto por la boda como por que todos estemos bien y ahora solo queda celebrarla como se merece», afirmaba Esperanza. Esa fiesta a lo grande de la que habla, tendrá que esperar. «Hemos decidido aplazar el banquete al año que viene y hacerlo todo de forma más segura. Así podremos disfrutar tranquilos y rodeados de toda la gente que queremos», apuntaba Iván.

Estos dos ourensanos, de 33 y 31 años, se dieron el «sí, quiero» rápido y completamente ilusionados. No les quedaban dudas. «Nos conocimos cuando yo tenía 18 y él 16. Y aunque empezamos a salir cinco años después, hemos vivido de todo juntos, estábamos deseando casarnos y es algo que hacemos también por nuestros peques», relataba Noemí. Tras el acto en el Registro Civil, les esperaba una sorpresa. «Nos han preparado algo para que este día sea especia», dice Iván. «Nos han dado indicaciones para que vayamos a un bar en el que solemos reunirnos así que todo apunta a que hoy será un día inolvidable», terminaba. Ni las mascarillas, ni la distancia de seguridad, ni el aforo limitado pueden con el amor de estos dos ourensanos.

Laura y Miguel, recién casados a la salida del edificio judicial de Ourense
Laura y Miguel, recién casados a la salida del edificio judicial de Ourense MIGUEL VILLAR

Con bebé a bordo

Miguel Conde y Laura Rodríguez, ambos de 36 años, fueron el segundo matrimonio que firmaron su unión en el edificio judicial de Ourense tras el parón ocasionado por el estado de alarma. Lo hicieron a las doce y media de la mañana, después de que el equipo de limpieza de la institución desinfectase a fondo la sala. Como la pareja que les precedió, Miguel y Laura llevan saliendo diez años y el motivo principal por el que decidieron dar este paso mide menos de treinta centímetros: van a ser a papás por primera vez. Laura está embarazada de seis meses y en septiembre se sumará a su familia un niño. «Llevábamos tiempo pensándolo pero el bebé fue el empujoncito que necesitábamos», explicaba Laura.

En su caso, tenían previsto celebrar la boda civil el 8 de mayo, pero el coronavirus la canceló. «Estuvimos a la espera de saber qué pasaba. La semana pasada nos llamaron y nos propusieron esta primera fecha y aceptamos», ampliaba Miguel. Tal y como está la situación, la pareja decidió no celebrar una reunión a lo grande con amigos y familiares. «Hoy vamos a comer fuera, seremos cinco, y más adelante intentaremos organizar algo también para compartirlo con nuestros amigos», decía la novia de esta historia. «Quizá cuando nazca el niño sea una buena excusa para brindar por las dos cosas», añadía el novio. Sus padres fueron los testigos del enlace. Miguel y Laura se casaron en zapatillas, con mascarilla y, aunque aparentemente tranquilos, los dos afirmaron que los nervios iban por dentro: «No cabe duda de que es un día importante». «Y estará lleno de anécdotas que contarle a nuestro hijo», terminaba Miguel.

Tünde Jakab y Juan Manuel Sacarés, en el centro, acompañados de sus testigos de boda, minutos antes de casarse
Tünde Jakab y Juan Manuel Sacarés, en el centro, acompañados de sus testigos de boda, minutos antes de casarse MIGUEL VILLAR

Catorce años después

Tünde Jakab, de 52 años y natural de Hungría, contaba entusiasmada cómo después de catorce años de relación con Juan Manuel Zacarés Torrejón, valenciano de 59, los dos habían decidido casarse. Él, más tímido, se quedaba a un lado y asentía con la cabeza. Se conocieron en Madrid. «Allí vivíamos los dos. Empezamos a salir y pasamos siete años en la capital hasta que nos trasladamos a Ourense», contaba esta novia húngara. Con muchas historias compartidas a sus espaldas decidieron que era el mejor momento para darse el «sí, quiero», aunque fuera con un poco de retraso. «Teníamos previsto casarnos en abril pero el estado de alarma atrasó nuestros planes. Por eso hoy estamos más contentos aún, estábamos deseando que llegase este día», admitía Tünde. El novio le daba la razón sin parar, aunque era más escueto en palabras: «Tomamos la decisión de contraer matrimonio hace ya mucho tiempo y ahora solo queremos convertirnos en marido y mujer». Sus principales motivaciones eran la edad y el deseo de formalizar su amor después de tantos años conviviendo y compartiendo sus respectivas vidas.

Los dos consideran que ya han celebrado de sobra con sus amigos, dos de ellos testigos de la boda, el amor que se tienen y ahora no tienen prisa ni intención de organizar una gran fiesta. «Vamos a invitar a los más allegados a tomar algo y a comer por ahí al terminar. Ya me dice mi hijo desde Hungría que saquemos muchas fotos porque una boda con mascarillas es única», afirmaba Tünde. Lo hacía minutos antes de convertirse en esposa de Juan Manuel en el edificio judicial ourensano, a la una del mediodía de este viernes.