Juan Carlos Díaz del Valle, psiquiatra: «Deberiamos de atender a aspectos que teñan que ver con valores»

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

Tras recuperarse, Díaz del Valle fue de los primeros en coger la bici
Tras recuperarse, Díaz del Valle fue de los primeros en coger la bici BASILIO BELLO

Una de las cosas que más le satisface es que ninguno de sus pacientes dio positivo por coronavirus

07 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Carlos Díaz del Valle, psiquiatra carballés del Hospital Marítimo de Oza (A Coruña), las vio de todos los colores como consecuencia de la pandemia. Estuvo en su puesto de coordinador de equipo médico, sufrió la enfermedad y fue uno de los primeros en salir a dar un paseo en bicicleta cuando se levantó el telón para el ejercicio físico. Cuando enfermó, el día 18 marzo, ya llevaban unos días haciendo modificaciones en la asistencia a pacientes de la unidad que coordina para que acudiesen de forma individualizada y con garantías de seguridad. Sobre todo primaron la atención telefónica, las videollamadas y el contacto diario con los enfermos que no podían acudir al hospital de día a causa de las restricciones. Fueron bien las cosas dentro de las circunstancias, apunta. Y lo mejor parar él: «Non tivemos ningún positivo entre o grupo de doentes que estabamos tratando».

«Non tivemos ningún positivo entre o grupo de doentes que estabamos tratando»

Ante lo ocurrido, con una situación tan grave, riesgo, gran cantidad de fallecidos, familias sufriendo por la pérdida de seres queridos, con indefensión, porque «ninguén esperaba o que pasou», así que en todos los países tomaron «unhas medidas parecidas», Díaz del Valle cree que «deberiamos de aprender, de atender a aspectos que teñan que ver con valores, como a solidariedade, o respecto, a empatía polo outro, a tolerancia...».

El Premio Princesa de Asturias de la Concordia a los sanitarios es una muestra de que colectivos como los policías, el Ejército, bomberos, trabajadores de servicios sociales y muchos otros «estiveron axudando de forma solidaria», pero hay aspectos de la realidad que no le gustan. Ve signos que de que «volveremos a ser insolidarios, a faltarlle ao respecto aos demais, a ter pouca empatía coas persoas que non pensan coma nós...». Lo vivido debería servirnos, dice, para mejorar actitudes. Su lema es «vamos a intentar ser felices».