Pedro Sánchez, sobre la llegada masiva de foráneos a Galicia: «Hablaré con el ministro para ver si está ocurriendo»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

Alberto di Lolli | Europa Press

«Es indignante que se permita la movilidad irregular», cree Rego

04 jun 2020 . Actualizado a las 11:23 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a consultar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre la denuncia presentada este miércoles en el Congreso por el diputado del BNG, Néstor Rego, que dio voz a las quejas de muchos alcaldes que apuntan a la llegada masiva de gente de procedente de otras provincias en pleno estado de alarma. «Lo veré, hablaré con el ministro del Interior para ver si eso está ocurriendo o no», respondió Sánchez. «Voy a enterarme exactamente de esos flujos de movilidad», apuntó el jefe del Ejecutivo inmediatamente después de hacer una llamada a la prudencia en este último tramo del plan de desescalada.

El diputado gallego empleó su intervención en el debate sobre la prórroga del estado de alarma para acusar al Gobierno central de una doble inacción. En primer lugar, por esa «presencia masiva» de foráneos en villas de toda la costa gallega denunciada en los últimos días por «alcaldes y alcaldesas» desde A Guarda a Ribadeo, señalando que muchos de estos visitantes proceden «mayoritariamente» de territorios en fase 1, por la falta de controles policiales. A este respecto, el delegado del Gobierno de Pedro Sánchez en Galicia, Javier Losada, aseguró anteayer que no le constaba tal cosa.

Es «indignante que los gallegos no puedan visitar a sus familiares en otras provincias, aunque solo sea cruzar un puente, y sin embargo se permita la movilidad irregular cuando puede presentar un riesgo sanitario», denunció Rego, recordando que su formación pidió hace dos semanas la libre movilidad en el territorio gallego, al avanzar las cuatro provincias en el proceso de desescalada.

En segundo lugar, Rego también acusó al Gobierno de quedarse de brazos cruzados ante el anuncio del cierre de Alcoa. Desde la tribuna de oradores y con una foto en cada mano de las protestas de esta semana de los trabajadores de la Alúmina, manifestó: «Estos no son los ricos de Núñez de Balboa, son los trabajadores de mi país luchando por sus derechos. Espero que los tenga en cuenta», advirtió el nacionalista, que una vez más, volvería a abstenerse. El cierre dejará «en la calle a 800 trabajadores; inexplicablemente, el Gobierno aún no se ha movido», lamentó, y demandó la «nacionalización» de la fábrica «si es necesario».

Sánchez garantizó que Moncloa reclamará «responsabilidad» a una empresa que «ha recibido 38 millones a cambio de mantener empleos y que nos ofrece este escenario insatisfactorio». El jefe del Ejecutivo mostró su intención de llegar a «un acuerdo con la Xunta».

Rego no compartió unas palabras de Sánchez en las que reivindicó la bandera española como punto de encuentro: «La mía es otra, la de mi país es blanca, azul, para muchos otros también roja».