El gobierno gravará con 0,45 euros cada kilo de plástico de envases de un solo uso

Javier Becerra
Javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PEPA LOSADA

Anuncia toda una «revolución verde», pero los colectivos ecologistas tachan las medidas como «muy poco ambiciosas»

02 jun 2020 . Actualizado a las 20:34 h.

El plástico de usar y tirar estará limitado, pero también gravado. La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) prevé la implantación de un impuesto especial para los envases no reutilizables hechos con este material. Será de carácter indirecto y afectará a la fabricación, importación o adquisición de aquellos de este tipo que vayan a distribuirse en el mercado español. La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico Teresa Ribera lo cuantificó en 0,45 euros por kilo de envase. E indicó que se trata de una medida pareja a la que se implantará en Reino Unido o Italia.

Con este tributo el ejecutivo prevé ingresar unos 724 millones de euros, al tiempo que empuja a la industria a buscar alternativas más ecológicas. Se acompañará de otras mucho más limitativas. Así, desde el 2021 se prohibirá la venta bastoncillos de algodón, excepto si entran en el ámbito sanitario, cubiertos (tenedores, cuchillos, cucharas, palillos), platos, pajitas y agitadores de bebidas. Por su parte, las cafeterías, bares y restaurantes deberán cobrar por cada vaso y tapa del café para llevar a partir del 1 de enero del 2023.

También estarán vetados los palitos unidos a globos, los vasos para alimentos y bebidas de poliestireno expandido, con sus tapas y tapones, y otros productos de cosméticos y detergentes con microplásticos añadidos intencionadamente.

En la presentación de las medidas la ministra portavoz María Jesús Montero habló de «impulsar una verdadera revolución verde de cara a la reconstrucción de la pandemia». Para ello apeló a la reorientación del modelo de crecimiento para ser «un país competitivo y eficiente», pero «responsable con el planeta».

«Tenía que ir más allá»

Desde los colectivos ecologistas se ve el proyecto de ley por debajo de las expectativas. Julio Barea, experto en plásticos de Greenpeace dice que se trata de medidas «muy poco ambiciosas» y «tenían que ir más allá, si realmente quisieran una economía circular». Barea indica que se apuesta muy poco por la reducción objetiva de los residuos y que el reciclaje no funciona, ya que «el 82 % de la basura se recoge mezclada».

Pero, sobre todo, en el borrador adelantado echa en falta que se apueste por la reutilización: «No se indica nada y, por supuesto, no obliga al retorno del envase. Cada día se ponen a la venta en España 51 millones de envases y solo se recuperan 20 para reciclar. Ya lo pedimos en su momento, pero la industria se negó y ahora estamos igual».

«Hemos visto con este coronavirus como se ha vuelto a incrementar el uso del plástico de usar y tirar, con los guantes, los productos sobreenvasados y todo», reflexiona. «Esperemos que ahora, en el proceso legislativo, nos hagan caso e introduzcan nuestras propuestas».

Por su parte, en declaraciones a Europa Press, la portavoz de Amigos de la Tierra, Blanca Ruibal, ha celebrado que salga adelante en el marco de la reconstrucción con la referencia de pasar a una economía circular, algo que la oenegé reivindica desde el inicio de la crisis. A su juicio, las ayudas «no pueden beneficiar a la industria del plástico» y, por otro lado ve positivo que la Estrategia recorte en un 15 % de aquí a 2030 la generación de residuos.

No obstante, advierte de que en este ámbito España tiene una «deuda acumulada» que le parece «difícil» que se pueda saldar solo con esta estrategia que para la oenegé debería ser «mucho más ambiciosa». En cuanto a los residuos, ha dicho que la gestión de estos en España es «una vergüenza» pero confía en que la nueva legislación dé pasos en el «largo camino que queda por delante».