Las casas en el rural y los pisos con terraza ganan enteros en la zona

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

SOCIEDAD

Miguel Souto

El confinamiento pasa factura y los clientes valoran más estas características

02 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos meses y medio desde el inicio del estado de alarma, con confinamiento incluido durante semanas, nos han hecho valorar la existencia de balcones y terrazas en el casco urbano y ansiar las ventajas de una casa en el rural y el lujo de disponer de huerta o un pequeño jardín. Unas preferencias que también llegan al sector inmobiliario de la zona. Explican que lo que están constatando, ahora que las oficinas reabrieron ya sus puertas, el protagonismo de una clientela que pregunta más por casas y, en el caso de los pisos, se mira más que tengan balcones amplios o terrazas a ser posible.

El encierro nos hizo darnos cuenta también de las limitaciones de algunos hogares y hay quien ahora busca la posibilidad de cambiarse a un piso más amplio. Las inmobiliarias reabrieron el día 11 de mayo, pero lo hicieron al principio con cita previa. En Lalín cuentan que fue a abrir y se desató la locura. Fueron semanas sin actividad y había muchos trámites por hacer, incluidos los que habían quedado pendientes antes del confinamiento como gestiones de ventas que quedaron a la espera de trámites, entre ellos, las firmas en las notarías que se están empezando a llevar a cabo ahora.

En cuanto a los precios señalan que la gente cree que el precio de los pisos bajó pero no es así y en general se mantienen, aunque hay alguna promoción en la que sí se depreciaron un poco. Es el caso en Lalín de las viviendas de Servihábitat en A Corredoira, en la zona del Villanueva hacia abajo en Lalín, cuyo precio se rebajó en un 17 %. Las comercializa Inverdeza y se pueden encontrar pisos a partir de 30.000 euros con garaje y trastero.

En cuanto al alquiler, en Lalín y A Estrada, continúa habiendo más demanda que oferta. En A Estrada, Álex García, de Habita, indica que «hay muy poca oferta y mucha demanda». El confinamiento tampoco supuso mucha marcha de inquilinos. En Lalín señalan que los profesores llevan años alquilando todo el año porque les compensa pagar y poder mantenerse en el mismo lugar, ya que en caso contrario correrían el riesgo de a la vuelta de no encontrar algo que les guste o que reúna las condiciones que quieren.

Algún estudiante sí se fue antes de tiempo pero, a diferencia de en las ciudades universitarias, a Lalín y A Estrada no se desplazan muchos jóvenes por este motivo y suelen ser casos contados. En el caso estradense sí que tuvieron trabajadores que por el ERTE en alguna empresa grande decidieron ahorrarse el alquiler de unos meses, contado que la situación de confinamiento se podía prolongar y pesó más ahorrar dinero ante la incertidumbre de cuándo podrían volver a trabajar o si podrían llegar a hacerlo.

En la zona aseguran que continúa habiendo bastante demanda de alquileres, aunque la oferta sea aún escasa.

Los cierres acechan el futuro de los bajos comerciales

La crisis sanitaria está pasando factura y algunos locales comerciales ya echaron el cierre o anuncian liquidaciones como paso previo a bajar la persiana. En las inmobiliarias están convencidos de la que la situación empeorará en las próximas semanas y habrá más cierres que dejarán locales vacíos.

En A Estrada, Álex García se pregunta qué pasará con esos locales y cree que «igual se verá una bajada de precio». Durante el confinamiento hubo algún propietario que perdonó puntualmente algún mes de alquiler a sus inquilinos, pero ahora a comerciantes y hosteleros les toca intentar aguantar el negocio y no es fácil, sobre todo, para muchos con la actividad al ralentí. Según como vaya evolucionando el mercado esta situación podría traer también traslados, como ya ocurrió de comerciantes que buscan mudarse a locales con precios más asequibles.

«Piden casco urbano ou aldea, pero nun radio de 15 quilómetros»

En Inverdeza, Antonio García señala que en Lalín los vecinos «preguntan moito por casas e pisos con terraza e balcón e dalles igual o casco ou o rural, pero sempre e cando sexa nun radio de ata quince quilómetros. Hai quen está pedindo para Cercio, Sello,...». La demanda media es de un piso de tres habitaciones de 100 metros. «A xente quere algo máis de espazo» y los pisos de dos habitaciones a la mayoría se les queda escaso, aunque las familias ahora sean más pequeñas. En Lalín aún quedan viviendas por vender y un parque inmobiliario importante aunque, apunta García, «hai aínda edificios que quedaron sen rematar e outros sen licencia». En cartera tienen los tres últimos pisos que quedaron de la promoción de Joaquín Loriga en pleno centro y «sigue faltando vivenda de tres habitacións». En cuanto a precios «na Corredoira hai de tres habitacións con garaxe e trasteiro por 52.700 euros, e no centro, ben situado con praza de garaxe e trasteiro, está nos 100.000 euros».