La prudencia imperó en la reapertura de los centros comerciales santiagueses

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La distancia social estuvo garantizada en El Corte Inglés y As Cancelas, donde aún así no hubo clientes sin mascarilla

27 may 2020 . Actualizado a las 09:40 h.

Compostela dio un paso más en la batalla particular que libra la economía contra el covid-19. La prudencia imperó en el arranque de los centros comerciales. Tras diez semanas de parón, no faltaron compradores en As Cancelas y en El Corte Inglés. Algunos, hasta esperaban en la puerta antes de abrir. Y, aunque hubo un goteo constante de público, no llegaron a producirse concentraciones ni colas en los accesos, ahora controlados. Es más, en ambos casos se cumplió (y con mucho margen) el aforo reducido impuesto dentro del plan de desescalada.

En As Cancelas, la mayor parte de los locales se sumaban ayer a la reanudación de la actividad con el inicio de la fase 2. Donde más costó subir la reja fue en la planta superior, entre la restauración, y solo unos pocos se aventuraban a dar servicio, como Burger King, La Biela, la pulpería Vilalúa o La Internacional, con la mitad de las mesas del exterior acordonadas para garantizar la separación entre clientes. Sin carteles de películas colgados ni rastro del típico olor a palomitas, los cines permanecieron cerrados, aunque en su interior ya se adivinaba algún movimiento para poder retomar las proyecciones siguiendo las nuevas medidas de seguridad sanitaria.

La mascarilla se llevó a rajatabla, incluso los más pequeños, y solo unos pocos vulneraron las recomendaciones de sentido de circulación, que empiezan desde el párking; si bien es cierto que el nivel de afluencia permitía moverse libremente por los pasillos de As Cancelas sin vulnerar la distancia social. Fue una jornada de compras rápidas y devoluciones en el centro, del que hubo quien hasta salió con bolsas de distintos establecimientos.

El sector textil fue el mejor parado en la reapertura.  En Zara, con uno de los mayores locales del centro (junto a Kiabi; a H&M, que reabre el día 27; y Primark, el 28), fue donde más personas se llegaron a juntar a media mañana, poco más de una veintena de compradores, muy por debajo de la actividad cotidiana, y no era necesario esperar para entrar ni para pagar. «Está siendo un día tranquilo», confirmaba una de las dependientas que atendía las devoluciones en la caja de la zona de moda masculina. La reactivación comercial se notó también en el Carrefour. «Aunque el lunes suele ser un buen día, no estábamos teniendo tanta gente como hoy», confirmaba una cajera a última hora de la mañana, cuando se formó una de las pocas colas que pudo verse, de una decena de carros de la compra, que pronto fueron despachados a medida que quedaban cajas libres y desinfectadas. Con un rígido protocolo de hasta seis limpiezas integrales al día, los compradores pudieron comprobar cómo el equipo trabajaba en las áreas comunes.

Ilusión por la vuelta al trabajo

«Estamos muy contentos con la reapertura de los establecimientos del centro. Han abierto la gran mayoría de los comercios y otros están ultimando sus propios protocolos de seguridad (mamparas, EPIS y formación para los empleados). Y todos reanudarán su actividad al 100 % esta semana», avanzaba el gerente de As Cancelas, Javier Casado.

En el Centro Comercial Compostela, el momento previo a la reapertura estuvo cargado de emoción. El reencuentro con los compañeros y la vuelta al trabajo fueron celebrados por el personal. Especialmente ocupados estuvieron, de nuevo en el Restollal, en las secciones de moda y baño, cuyas ventas se incentivaron con el calor que volvió a acompañar en la jornada de ayer. 

El principal cambio que encontraron los clientes en la vuelta a la actividad de El Corte Inglés fue el que tenía que ver con el protocolo sanitario: soportes verticales, dosificadores de gel hidroalcohólico, vinilos, control de acceso, limitación de probadores o un área específica para la desinfección de prendas y perchas. «Tenía un poco de miedo a que se juntase mucha gente, pero se pueden hacer las compras con tranquilidad», destacaba una compostelana que acudió en busca de sandalias y prendas deportivas. 

«La valoración de la primera jornada es positiva. Era importante demostrar que se puede comprar con seguridad, y tanto nosotros como los clientes estábamos deseando recuperar la normalidad», destacaba Pati Blanco, director de comunicación y relaciones externas de El Corte Inglés.