El Ministerio borra casi 2.000 muertos de la estadística oficial de la epidemia

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado REDACCIÓN

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Eran casos duplicados o que tenían síntomas, pero no se les practicaron pruebas PCR

26 may 2020 . Actualizado a las 09:12 h.

El sábado había 28.752 muertos confirmados por coronavirus en España y el domingo eran 1.918 menos, según las cifras oficiales difundidas ayer por el Ministerio de Sanidad. Una aparente incoherencia que tiene que ver con la nueva metodología implementada para llevar a cabo un seguimiento de la epidemia en tiempo real y que cada vez deja más claro que la única fórmula para conocer el impacto más o menos real del covid-19 en España y en el mundo van a ser los sistemas de monitoreo de la mortalidad, que miden cuánto se han incrementado los fallecimientos respecto a los años anteriores.

Esas cerca de 2.000 víctimas que desaparecen del registro, fundamentalmente en Cataluña (-1.126), en Madrid (-291) y en Castilla La Mancha (-152), son, según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, casos que se habían duplicado en los recuentos o que fueron atribuidos indebidamente al coronavirus. Los pacientes presentaban síntomas compatibles, pero no se les practicó una prueba que lo confirmase, tal como exigen los estándares internacionales.

Al margen de lo llamativo de las cifras de muertes, los cambios son bastante más profundos y tratan de diferenciar las fechas de inicio de síntomas, diagnóstico, hospitalización, ingreso en uci y fallecimiento al margen de las fechas de notificación. Hasta ahora se estaban dando como casos nuevos del día anterior los que se notificaban en esa jornada, aunque en realidad el paciente podía llevar una semana en el hospital e incluso haber fallecido. Sin embargo, los 132 nuevos casos del informe de ayer, que suman un total de 235.400 confirmados por PCR, se corresponden con personas que fueron efectivamente diagnosticadas el domingo.

Más de 50.000 sanitarios

Son todas cifras que indican una reducción de la epidemia mucho mayor de la que se estaba mostrando hasta el momento y que, según Simón, van «en una línea muy favorable para valorar realmente lo que está pasando ahora». Por ejemplo, en los últimos siete días (sin tener en cuenta Cataluña que aún no completado los datos) se han diagnosticado en España 1.026 casos de covid-19, pero sí se mira cuando esas personas iniciaron síntomas únicamente 243 se corresponden con esta última semana, lo que supone una incidencia acumulada de 0,52 casos por cada 100.000 habitantes y señala un impacto ya residual de la pandemia en el país, incluso después de levantadas algunas restricciones.

La diferencia se ve más clara aún con los sanitarios contagiados que son en torno a 52.000 desde el inicio de la crisis. El domingo se notificaron 345 casos más, pero de ellos solo 124 fueron diagnosticados en la última semana y, si se atiende a los síntomas, únicamente 15 enfermaron en estos últimos siete días.

De ahí que Fernando Simón incida en que los números pueden parecer extraños y harán falta unos días para acostumbrarse a ellos, pero «son datos más precisos» que sirven para «identificar mejor, más rápido y de forma más localizada», cualquier indicio de rebrote. «Podemos llegar a hablar a nivel de municipios o incluso de focos concretos dentro de ellos», afirmó ayer el epidemiólogo.

Esta información detallada de cada caso, que aún se tiene que acabar de consolidar, resulta especialmente relevante a la hora de seguirle el rastro a los nuevos contagios. Para ello, el Ministerio descarta por el momento la utilización de aplicaciones móviles, porque ninguna ha demostrado aún que sea más efectiva que el sistema de encuestas a los pacientes. Hay varios proyectos al respecto a nivel europeo, pero en el caso español su implementación resulta especialmente complicada porque es necesario acomodarlos a la Ley de Protección de Datos.