Playas llenas en Estados Unidos, que supera los 100.000 muertos

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Bañistas en una playa de San Francisco este lunes, en el que se repitieron imágenes de arenales llenos a pesar de las restricciones
Bañistas en una playa de San Francisco este lunes, en el que se repitieron imágenes de arenales llenos a pesar de las restricciones Jessica Christian | Europa Press

Florida reabre arenales en los condados más afectados cuando el coronavirus deja más de 52.000 casos y 500 fallecimientos en un día

26 may 2020 . Actualizado a las 20:36 h.

Más de un millón de casos activos, 6.700 infecciones nuevas este martes y más allá de la barrera de los 100.000 muertos. Es el balance del día en la evolución de la pandemia en Estados Unidos, que sin embargo ha decidido abrir playas y este lunes, que fue festivo por el Día de los Caídos, ha dejado imágenes de aglomeraciones en los arenales y ha hecho saltar las alarmas entre los profesionales sanitarios ante posibles rebrotes.

Las imágenes de playas llenas se han sucedido en Nueva Jersey, Maryland, Georgia y Virginia pero también la costa del golfo en Texas, Luisiana y Alabama. También en Florida, en la que se han reabierto playas en áreas en las que la pandemia está todavía en fase crítica. de Florida, que este lunes superaba los 52.200 casos y 500 infecciones nuevas. El condado de Broward ha abierto ya los arenales, aunque con restricciones. Las playas pueden utilizarse para caminar y hacer ejercicio, pero no para reunirse o tomar el sol. También deben cumplirse medidas preventivas y de distanciamiento social. Y además, está permitido utilizar gimnasios a la mitad de su capacidad.

Broward es uno de los condados más afectados por el coronavirus en Florida, junto a Miami-Dade, que tiene previsto reabrir sus playas y hoteles a partir del próximo lunes 1 de junio, también con restricciones. El aislamiento terminará también el próximo lunes en la zona de los Cayos, de gran afluencia turística y cerrada a no residentes desde el pasado 22 de marzo. Ambos condados sureños van un paso por detrás en el plan de desescalada del estado, que consta de tres fases y que mayoritariamente inició el desconfinamiento el 4 de mayo. Las autoridades afirman que, de ser necesario, se darán pasos atrás en el proceso, aunque todavía no ha ocurrido.

Mientras Estados Unidos se convierte en el país del mundo con el mayor saldo mortal a causa del coronavirus y autoridades como el director de la Administración de Alimentos y Medicamentos, Stephen Hahn, llaman a la responsabilidad de los ciudadanos recordando que «el coronavirus todavía no está controlado. Corresponde a cada individuo protegerse y proteger a su comunidad», el presidente Donald Trump insiste en retomar cuanto antes la actividad en el país y de hecho, ha amenazado con trasladar la Convención Nacional Republicana de Carolina del Norte de agosto a otro estado del país a menos que se «garantice» la asistencia masiva pese a la preocupación por la pandemia del coronavirus.

Reino Unido, playas llenas

Algo semejante ha ocurrido en el Reino Unido, que en los últimos días ha registrado gran afluencia a las playas con el consecuente enfado de los vecinos de zonas costeras, según publica la BBC. El jefe policial de Norfolk confirmaba que la intensidad del tráfico estaba alcanzado ya niveles de la época alta de turismo y se mostraba preocupado por que los ingleses hayan dejado de cumplir las medidas de distancia social. El Reino Unido permite desplazarse para pasear y hacer ejercicio siempre que se mantenga la distancia de dos metros entre personas. El balance de este martes de la pandemia deja en el país 37.000 muertos y más de 265.000 casos.

La situación se ha repetido en zonas como Southend, con fotografías de playas llenas a mediados de la semana pasada y las autoridades preocupadas por la llegada de las altas temperaturas, o en Newquay (Cornualles), donde la policía ha tenido que echar a personas que habían llegado en sus autocaravanas a pasar la noche. En Bournemouth las autoridades han pedido a la gente que no acuda a la playa si está está demasiado llena.