Galicia no es el Mediterráneo: ¿Vale la norma de los seis metros a partir de la pleamar?

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Marcos Míguez

El ministerio exige acotar las playas sin tener en cuenta las enormes fluctuaciones de las mareas en la costa gallega

25 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La normativa del ministerio indica que el aforo de una playa se considerará a partir de la superficie útil y se reservarán 4 metros cuadrados para cada bañista. La superficie útil, explica la norma, es la que queda tras restarle seis metros de longitud a la playa en la pleamar. ¿Esto qué repercusión tiene para Galicia?

En la comunidad hay 960 playas que suman una superficie de 18,7 millones de metros cuadrados, una cifra que perfectamente valdría para acoger a todos los bañistas que lo deseen. Pero esa cuenta no sirve. El Ayuntamiento de Sanxenxo ya ha calculado que su playa estrella, Silgar, tendrá cabida para 780 cuadrículas (de 9 metros cuadrados cada una), lo que reduce al menos un 50% el aforo habitual y lo deja preparado para unas 1.500-2.300 personas.

Y eso en una playa urbana. En aquellas que están situadas a los pies de un acantilado, algo que ocurre con frecuencia en Galicia, la superficie se tiene que reducir por la parte de la orilla y de las rocas: «Hay cierto riesgo de desprendimiento en muchas playas» del norte, explica el geólogo Francisco Canosa.

«La decisión se toma desde Madrid y se piensa en el Mediterráneo, que tiene playas estáticas»

Juan Ramón Vidal Romaní, catedrático emérito de Geodinámica Externa en la Universidade da Coruña y director del Instituto de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, critica duramente la medida de los seis metros tras la pleamar: «La decisión se toma desde Madrid y se piensa en Cataluña y el Mediterráneo, que ahí no hay marea, es una playa estática. Pero aquí las playas son vivas, la marea puede subir o bajar mucho». Pone como ejemplo las playas cantábricas o de la ría de Ares, que muchas «casi desaparecen con las mareas altas».

Además, Romaní cree que «las playas son unos lugares muy seguros en estos casos porque el agua lo lava todo, lo renueva todo». Y, ya desde una perspectiva personal, no entiende cómo se puede controlar la presencia de personas en los casi mil arenales gallegos.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha pedido aclaraciones al respecto, ya que «establecer seis metros sobre a pleamar é unha limitación moi grande para boa parte dos areais galegos, onde as mareas presentan oscilacións moi grandes».