Caldereta de pescado a domicilio

lucía rodríguez peña LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Vázquez, preparando ayer el local para la reapertura
Vázquez, preparando ayer el local para la reapertura ALBERTO LÓPEZ

El veterano Restaurante Campos reabre el martes e incorpora la comida llevada a casas como destacada novedad

25 may 2020 . Actualizado a las 22:25 h.

El estado de alarma ha puesto a prueba la versatilidad de un veterano de los fogones. El Campos, con casi 70 años de vida, reabrirá el martes con el aforo mermado, pero con un servicio a domicilio, que también permite la recogida en el local, solo puesto antes en marcha para ocasiones especiales como Navidad o el día de la madre. «La gente tiene ganas de comer rico y creo que la caldereta de pescado va a triunfar fijo», afirma Nicolás Vázquez, miembro de la tercera generación al frente del restaurante.

En su primera jornada, el Campos no cuenta con un solo hueco en sus salones, pues las reservas colmaron el aforo. También son numerosas a lo largo de esta primera semana, pero aún queda algún hueco. No para ellos, sino para los clientes que todavía son reacios a salir a la calle, el restaurante ha diseñado una carta específica para el reparto a domicilio, que se efectuará en la furgoneta del negocio.

«Tengo muchos platos en la carta que no valen para servir a domicilio porque son de hacer y tomar, no aguantan el tiempo de transporte. Todos los que incluimos en esa carta aguantan más de media hora o incluso pueden ser terminados por el cliente al horno», explica Nicolás Vázquez, convencido de que la caldereta de pescado y los mariscos triunfarán.

Compañeros del gremio le han comentado esta semana el buen ritmo al que han trabajado en las terrazas debido en parte a un anticiclón, cuyas temperaturas por encima de los 20 grados animaron a salir a los más indecisos.

«Ocupamos mucho más, pero tenemos las mismas mesas», apunta el propietario sobre su terraza, que podrá aprovechar esta semana los últimos coletazos de calor. Volverá a instalar las diez mesas que ya tenía en la esquina de la Rúa Nova con la Praza do Campo, pero estarán separadas por dos metros entre sí. El Concello ha cedido espacio público para favorecer el cumplimiento de las medidas de seguridad sin que ello suponga un perjuicio para bares y restaurantes.

60 comensales máximo

El interior será incluso más íntimo, pues a los reservados se incorpora esta vez un aforo reducido a un 40%, lo que sitúa en 60 la cifra máxima de comensales simultáneos. «Trabajamos literalmente con la cinta métrica en la mano para saber cuántas mesas podíamos instalar», reconoce.

La carta será desechable o descargable a través de un código QR, todo el mobiliario de tela se higienizará con vapor a más de 100 grados, el personal usará mascarillas, emplearán productos de limpieza recomendados por Sanidad para superficies y suelos, se colocarán dispensadores de gel desinfectante en todas las mesas y zonas comunes y en la entrada habrá un cartel explicativo con las normas de conducta.

Espera recuperar ese buen ritmo en verano, aunque sospecha que tendrá que prescindir del primero de los tres turnos de cenas, el de las ocho, el de los extranjeros: «Creo que, como dicen, vienen unos meses de mucho turismo nacional, muy como en los 70, cercano y familiar», afirma.