¿Quién va a controlar la apertura de las piscinas, el presidente de la comunidad?

Carla Elías Martínez
Carla Elías REDACCIÓN

SOCIEDAD

El coste económico de abrir una piscina este verano pone en jaque a las comunitarias

23 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El buen tiempo ya ha hecho acto de presencia en Galicia, y muchas comunidades de vecinos se debaten sobre cómo afrontar la apertura de sus piscinas. «Después de estar encerrados en casa, la gente está deseosa de que abran, y llaman todos los días», reconoce la administradora de fincas Carmela Lavandeira.

A la espera de que el Ministerio de Sanidad publique en el BOE la normativa específica para las zonas que entran el lunes en la fase 2 de la desescalada, las entidades vecinales analizan la orden publicada el pasado día 16, en la que no se recogen supuestos específicos para piscinas comunitarias, sino que solo se alude de forma genérica a las recreativas. «Para las comunidades es muy difícil poner en marcha esos mecanismos», advierte.

La primera norma, dependiendo del espacio y el volumen de la piscina, será limitar el aforo a un tope del 30 %, siempre que se pueda garantizar la distancia. En Galicia, explican los administradores, la mayoría de piscinas son de tamaño medio o pequeño, por lo que el aforo será muy reducido. «Se deben hacer turnos de usuarios y con vigilancia. ¿Quién lo va a controlar? ¿El presidente? Habría que buscar a una empresa que se dedicara a eso», señala Lavandeira. Pero las medidas no acaban ahí: los trabajos para señalizar dónde puede estar la gente -en el campo o en la piscina- o la regulación de los líquidos son otras de las medidas que habría que tomar. «Debe haber un sistema de regulación automática de los líquidos de la piscina, pero la mayoría de los vasos de las comunidades no tienen dosificador automático, y en muchas incluso es imposible ponerlo, porque no cabría. La alternativa será que se revise tres veces al día», detalla Lavandeira.

Una retahíla de normas que exigirá un importante desembolso económico. «Si el horario normal de apertura de una piscina es de 12.00 a 21.00 horas, 63 horas a la semana, implica tener a dos trabajadores y medio solo para controlar el acceso a la piscina. Multiplica por el coste de un empleado, unos 1.500 euros al mes... y solo es uno de los costes añadidos», explica Martín Bermúdez, presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia. Unas cifras que ponen en jaque la posibilidad real de abrirlas. «Si aplicamos las recomendaciones sanitarias, el coste hará inviable la posibilidad de abrirlas», advierte Lavandeira.

«Ante la dificultad para celebrar una junta, la responsabilidad recaerá en el presidente»

No solo los requisitos normativos complican la viabilidad de abrir una piscina. También saber quién asumirá la responsabilidad. «Normalmente en las comunidades existe una junta directiva con presidente, vicepresidente, vocales y usualmente algún administrador. Pero la responsabilidad es del presidente», explica el presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia.

Quién establece el método de acceso al vaso entraña uno de los grandes problemas para tomar a cabo la medida, tanto por su repercusión económica como por lo que implica en los vecinos. «No va a quedar más remedio que poner a personal que garantice la higiene y el control del acceso, y todo supone dinero. Aparte, la medida de restringir el aforo obliga a una inversión inicial, por ejemplo, para marcar las zonas», explica. El otro aspecto problemático será el de la responsabilidad de tomar las decisiones. «No le va a quedar más remedio que hacerlo al presidente de la junta directiva. Si las comunidades de propietarios no pueden reunirse con representantes de todos los pisos por aforo para tomar la decisión de si se va a gastar ese dinero y cómo se va a hacer, solo se podría hacer delegando el voto. La decisión quedaría en manos del presidente», explica. Así que la tónica general es de no ver viable la apertura. «Entre las comunidades que llevo las hay que tienen muy claro que no van a abrir», indica Bermúdez.