Viajar en avión: con mascarilla y sin asientos libres

E. MARTÍNEZ MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Las autoridades aéreas recuerdan que hasta ahora no se ha confirmado ningún contagio a bordo

22 may 2020 . Actualizado a las 08:29 h.

El coronavirus cambiará la forma de viajar en avión. Aunque por el momento las fronteras siguen cerradas, algunos países europeos ya han puesto fecha a su apertura al turismo extranjero y las medidas de seguridad serán claves para que no haya nuevos rebrotes de la pandemia. La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) hicieron públicas ayer las medidas, entre las que destacan la obligatoriedad para los pasajeros y la tripulación de llevar mascarilla y de respetar una distancia mínima de 1,5 metros en el aeropuerto. Dentro del avión, según las autoridades, los operadores deben garantizar, en la medida de lo posible, el distanciamiento físico entre los pasajeros si la ocupación del vuelo lo permite.

Por tanto, no exige la limitación de capacidad de los aviones y no hay que dejar libres asientos: «Si no es posible hacerlo, se reforzarán otras medidas como el lavado frecuente de manos y el uso de la mascarilla», dice la guía, que está basada en las directrices avanzadas por la Comisión Europea la semana pasada y que ahora deben adoptar todas las aerolíneas de la UE. Las compañías celebran las medidas anunciadas por la EASA, ya que estaban en contra de tener que dejar parte del avión vacío para asegurar la distancia social.

Pureza del aire

Aseguran que reforzarán la desinfección diaria de las naves y que el riesgo de contagio se minimiza con el sistema de ventilación del avión, que se renueva cada dos minutos mezclando aire limpio del exterior con aire del interior filtrado mediante recirculación HEPA. «El aire del interior de un avión con todos los pasajeros a bordo es de una pureza muy similar a la de un quirófano», explican desde Iberia, que destacan que estos filtros eliminan hasta el 99,99 % de los virus y bacterias del aire recirculado.

El texto también recuerda que hasta la fecha no se ha confirmado ningún contagio a bordo de aviones, lo que se interpreta como un gesto de confianza hacia un turismo que mueve millones de euros en Europa y que está a la espera de conocer si puede recuperar algo de lo ya perdido en la temporada alta.

La mascarilla será la segunda piel del pasajero cuando vaya a coger un avión. Desde el momento en el que se llega a la terminal de salida del aeropuerto hasta que se sale en la ciudad de destino no se puede quitar. Solo se permitirá no llevarla en situaciones que se especifique claramente, «como durante los controles de seguridad o el control de fronteras», indica el texto. Además, los niños menores de 6 años y las personas con razón médica para no usarlas estarán exentos de llevarla.