La organización de la Festa do Albariño divide a la corporación de Cambados

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS

SOCIEDAD

El PP forzó anoche un acuerdo en pleno favorable a mantener la fiesta en la agenda del verano, pero se quedará en papel mojado. El gobierno local insiste en que es inviable con la crisis del covid-19 y anuncia que, a lo sumo, habrá la cata

22 may 2020 . Actualizado a las 16:01 h.

El pleno de Cambados se pronunció anoche a favor de mantener en la agenda de este año la Festa do Albariño, pero este acuerdo se quedará en una mera declaración de intenciones. El gobierno local, el órgano con capacidad ejecutiva en el Concello, no las tiene todas consigo, ni mucho menos. La alcaldesa, Fátima Abal, ya anunció hace semanas que la fiesta, tal y como está concebida, con las casetas en A Calzada, las atracciones y lo conciertos, no se celebrará este verano como consecuencia de la crisis sanitaria y su socio de gobierno, Somos Cambados, refrendó ayer esta posición. A lo sumo, explicó Tino Cordal, se celebrará la cata y poco más, aspectos estos que están pendientes de confirmar a la espera de una reunión con el Consello Regulador Rías Baixas.

La propuesta de organizar la fiesta partió del PP y contó con el apoyo de José Ramón Abal (Cambados Pode); no suman mayoría (ocho de diecisiete concejales de la corporación), pero la abstención de los demás grupos hizo que la iniciativa prosperase.

El Albariño iba en medio de un paquete de medidas aprobadas anoche en relación a la gestión de la pandemia y derivaron en un acuerdo que, según puntualizó la alcaldesa, incluye aspectos nulos de pleno derecho. Al acuerdo se le dio formato de declaración institucional en la que caben desde el pésame a las familias de los fallecidos, al agradecimiento a las fuerzas de seguridad y los sanitarios hasta la adopción de medidas para reactivar la economía local. Ningún grupo quiso descolgarse del todo de esta iniciativa, aunque las posiciones están lejos de ser coincidentes.

Así quedó de manifiesto en el transcurso de un pleno que fue extraordinario no solo por haber sido convocado a petición del PP. Lo fue, también, por ser la primera sesión celebrada durante el estado de alarma y por vía telemática —con no pocas incidencias técnicas, por cierto— y lo que la alcaldesa pretendía que se zanjase en poco más de hora y media, reloj en mano, se prolongó durante tres horas y más lo haría de no haberse alcanzado la medianoche.

Se pusieron muchos temas sobre la mesa y cada grupo acudió con su propio guion; PP y Pode criticaron duramente la gestión de la crisis por parte del bipartito y PSOE y Somos la defendieron a ultranza, desmintiéndose mutuamente respecto a si se habían repartido a tiempo o no las mascarillas, si se está limpiando convenientemente la vía pública, si se están cubriendo las necesidades de política social o si se están tomando las medidas oportunas para favorecer la actividad de las terrazas y el mercado. José Ramón Abal incluso sacó a colación las obras del vial de Tragove y los viajes de la alcaldesa, algo que le valió los reproches de la regidora. «Xa vexo que che importa pouco a pandemia, por favor céntrate».

El nacionalista Víctor Caamaño fue certero a la hora de definir la situación. «É un pleno raro», dijo, no sin antes calificar de tendenciosa la iniciativa popular. El BNG se sumó a las voces contrarias a organizar la Festa do Albariño alegando que no se cumplen las condiciones para ello.«Non se pode ir tomar un viño con máscara e coa xente a dous metros», señaló, y pidió que, antes de hacer remiendos, se emplee el dinero destinado a la fiesta a organizar actividades que llenen la oferta cultural del verano y, de paso, ayuden a dinamizar a los artistas locales y a los negocios de hostelería. Algo que, según aclaró después Cordal, ya está en la agenda del gobierno local. Caamaño insiste en pedir una postura oficial del gobierno local respecto a la suspensión definitiva de la fiesta en el calendario de este año.

El PP tiene otro criterio. «Este virus non pode vencer á Festa do Albariño», apuntó Aragunde, quien considera que además de la cata, también es viable organizar con garantías sanitarias el túnel del vino, el torneo de ajedrez o la investidura del Capítulo Serenísimo.

Pese a la distancia física fue un pleno bronco en el que, una vez más, Fátima Abal tuvo que llamar al orden a José Ramón Abal por las formas y el contenido de sus intervenciones. Este acusó al edil de Economía, Xurxo Charlín, de coaccionar a los vendedores del mercado, lo cual le valió la recriminación de la alcaldesa, que le advirtió que estaba acusando a un concejal de un delito y le invitó a retirar sus palabras. Este no solo no lo hizo sino que acusó a la socialista de dirigir el pleno de forma dictatorial y antidemocrática por poner límite de tiempo a sus intervenciones y acabar retirándole la palabra. Aragunde también criticó la forma de conducir el pleno y no faltaron momentos subidos de tono en su diálogo con la regidora. La socialista, por su parte, acusó hoy al PP de utilizar este pleno para sacar réditos políticos ante la cercanía de la elecciones autonómicas.