El CHUO dice «hasta luego» a la generación de residentes covid-19

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

CEDIDA

Cuarenta especialistas que se han formado en el hospital recibirán ofertas con prórrogas hasta diciembre

22 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el cierre de una etapa y, a su vez, un adiós atípico. El CHUO acogió este jueves la despedida de la última generación de sanitarios residentes que se han formado en el hospital. Su estancia, en función de la especialidad, oscila entre los dos y los cinco años. Y a algunos, como el burgalés Jorge Nieto del Olmo, los últimos compases le cogieron en la uci covid-19. A sus 29 años, su esperanza es poder seguir en Ourense, donde ya ha echado raíces. «Mi idea es continuar aquí, porque en el servicio hace falta gente y con esta situación derivada de la pandemia creo que nos harán un contrato, que todavía está ahí en el aire», decía.

Nieto se incorporó como residente en el año 2015 tras realizar los seis años correspondientes de carrera y superar el examen posterior. Desde entonces, le ha tocado pasar por múltiples áreas del recinto sanitario, asumiendo poco a poco responsabilidades hasta que llegó el coronavirus y montó un Vietnam en apenas unas semanas. A él le tocó irse a la zona de críticos: «Conseguimos que se habilitase una zona específica y estuvimos bastante mejor organizados. En mi caso, ya en los últimos meses iba haciendo de adjunto en algunas cosas, aunque siempre con supervisión. Y hace casi dos, cuando empezó todo esto, nos tocó tirar hacia adelante», explicaba.

Ayer, la celebración fue peculiar. Se celebró en cuatro tandas para evitar aglomeraciones en el salón de actos del hospital. «Lo importante es que se hizo la ceremonia y hemos pasado oficialmente eso. Y además, ahora estamos viendo que ya se van calmando las cosas tras lo traumático del inicio», concluía Jorge.

«Fue mejor de lo esperado»

Ana Lorenzo, médica internista de también 29 años, es oriunda de Palmeira, en Ribeira. Echa de menos la playa de A Corna, pero también intentará quedarse a trabajar en la ciudad de As Burgas. «De entrada, lo que más te apetece es seguir donde te has ido formando. Porque el CHUO como hospital está muy bien, me parece que tiene un tamaño adecuado y la gente es muy familiar», explica.

Ella también estuvo en primera línea, trabajando junto al servicio de Infecciosas durante estos dos últimos meses con la irrupción del virus, así que la ceremonia era, en cierta forma, lo último en lo que pensaban. «Se dio así y fueron circunstancias raras para todos. Tuvimos la cabeza centrada en la epidemia, así que en realidad la celebración del jueves fue mejor de lo que esperábamos», decía.

El acto tuvo también un cierto sabor a despedida. Algunos de los compañeros con los que han pasado estos últimos años seguirán su carrera profesional fuera de Ourense. «Y al final es algo que se pasa muy rápido. Cinco años pueden parecer duros, pero al llegar todos al mismo tiempo y en las mismas condiciones acabas compartiendo todo. Así que esto, aunque pudiese ser diferente y algo más complicado que otras veces, tuvo momentos muy emotivos», detallaba.