Avisos de la Policía Local
Como en Santiago, también en A Coruña la demanda en las farmacias aumentó en los últimos días, sobre todo desde que se confirmó que se haría obligatorio el uso de los protectores. «Antes se llevaban dos o tres, ayer pedían veinte», contaba Teresa Alonso de la farmacia Reviejo, en Juan Flórez. En A Mariña, los vecinos habían asumido que se tendrían que acostumbrar a su uso, pero la Policía Local todavía se vio obligada a apercibir a unos cuantos caminantes despistados que iban si ella. También en las farmacias de Barbanza había aumentado la demanda: «Despachamos mascarillas desde primera hora de la mañana, se nota una barbaridad».
Y en las poblaciones del Deza, en torno al 80 % de la población se enmascaraba con una quirúrgica o una higiénica, las recomendadas por el Gobierno. En Lugo, la gente se lanzó en las últimas horas a comprarlas por miedo a que se acabasen; hasta un centenar al día se vendían en la farmacia Central. Y en Ourense la fiebre no es menor, todo el mundo se coloca una pieza que está llamada ya a formar parte de los complementos básicos del vestir. Dos auxiliares de la Policía Local que patrullaban por las inmediaciones de la casa consistorial dieron algún toque de atención a ciudadanos que no llevaban protección facial. «La mayoría ha respondido bien, aunque siempre hay quien la lleva en el bolsillo», decían. Mientras —informa Pablo Varela—, en el parque de la plaza de Eugenio Montes barría Constantino Rivera, empleado del servicio de limpieza municipal. «Me he encontrado muchas mascarillas tiradas, algunas junto a las papeleras. Y a la vista impone un poco, pero junto a la basura, sin estar en su cubo, mucho más», contaba para denunciar la falta de educación cívica de algunos. La anécdota de la jornada se vivió en la localidad pontevedresa de A Lama, donde un atracador asaltó una sucursal bancaria cubriéndose la cara con una mascarilla. Tal y como informa López Penide, se dio a la fuga tras hacerse con una cierta cantidad de dinero.