Los enfermeros eventuales del CHUO: «Con el contrato específico de covid, nosotros nos quedamos en un limbo»

Pablo Varela Varela
Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL VILLAR

Los sanitarios que trabajan en el hospital sin plaza fija piden que se respete la lista de méritos previa al coronavirus

22 may 2020 . Actualizado a las 19:21 h.

La irrupción del coronavirus y la adaptación a contrarreloj de los recursos humanos en el CHUO se ha llevado por delante las ilusiones de un grupo de más de 30 profesionales sanitarios que, con las prórrogas automáticas de los «contratos covid-19», se quedaron en algo parecido a una tierra de nadie laboral al término de sus vínculos.

«Entendemos que es una situación excepcional y que la gestión está siendo difícil, pero queremos que comprendan nuestra posición. Con este contrato específico nos quedamos en un limbo y nos perjudica a nivel de puntuación de cara al futuro», explica Pablo Soto, uno de los afectados. Este enfermero ourensano, de 25 años, acumula casi año y medio de contratos a saltos entre centros de salud de la ciudad y también en el CHUO.

Pero el problema no está ahí, sino en que el régimen laboral bajo el que estaba en marzo, cuando empezó la epidemia, era el denominado como «acumule de tareas». «Es una modalidad por la que puedes trabajar hasta 180 días al año, pero yo terminaba mi contrato a finales de mes y entonces fue cuando crearon los excepcionales por el covid-19, de prórrogas automáticas. Y a gente que estaba más abajo en las listas la acabaron llamando pero a nosotros no nos renovaban», cuenta.

Soto recalca que no se trata de querer pasar por encima de nadie, sino de respetar los pactos de contratación. «Queremos que se llame al personal usando la lista, nada más allá de eso. Y creemos que el fallo debió venir de ahí, porque como teníamos ese vínculo previo a los creados para el covid-19 no pudimos optar a prórrogas», señala.

La incertidumbre del final

Tamara Álvarez, de 27 años, es otra de las sanitarias que se encuentra ahora a la espera de una solución. Trabajó en Parada de Sil y Entrimo, pero también en el hospital de la ciudad. «En teoría nuestros superiores creían que se iba a prorrogar a todos los que estuvimos en marzo. Y el día 30 llamamos para saber si nosotros estábamos dentro de esa lista de renovaciones. Nos dijeron que no nos preocupásemos, pero al final no fue así», dice. Sí se amplió el vínculo con los que, días antes, ya habían entrado con el nuevo contrato específico por la campaña contra el coronavirus.

«Y si este formato es prorrogable, nos vamos a quedar sin cubrir días libres y también los meses de vacaciones», dice. Podría parecer una cuestión menor, pero no lo es si se atiende a los beneficios de trabajar un mes completo en la sanidad estatal cuando pugnas en base a los méritos cosechados. «Por cada 30 días que hayas trabajado, tienes 0,20 puntos más para las listas de contratación», estima. Álvarez también señala que la intención de los afectados es poner en valor su trayectoria previa, no zancadillear la de los recién llegados. «Sabemos que fue un error, pero eso puede pasarnos factura en un futuro y no sería justo», lamenta.

El contrato covid, a mediados

Lorena Carreira, de 29 años, lleva trabajando en el CHUO desde hace cuatro y, en total, ha acumulado un bagaje de dos años y medio en el recinto. Es decir, también ha acudido cuando le sonaba el teléfono. Comenzó marzo y, como otras tantas veces, la llamaron. «Empecé con un contrato de cinco días y, a poco, me alargaron desde el día 8 hasta finales de mes. En torno al día 20 de marzo ya entró gente con el contrato particular creado para el personal empleado por la lucha contra la enfermedad. Y me parece normal, hasta cierto punto, porque faltaban manos», explica. Pero también pensó que, entre esas manos, estarían las suyas y las de los compañeros que estuvieron en primera línea antes incluso de que empezase el estado de alarma.

«Nos imaginamos que habría una continuidad para la gente que empezó en esto, pero vimos que finalmente no pasó así. Creíamos que seguirían el orden marcado en la lista, no que irían al tuntún. Y en abril nos movilizamos porque nos dijeron que hasta que pasase la epidemia no se recogería esto en el registro del CHUO», dice Carreira.

«Nos quedamos en estado de espera. Y que nadie se piense que es una queja que por la nómina o demás, porque la nuestra es igual que la del personal covid-19 que entró semanas atrás», dice Pablo Soto. Carreira, la más veterana de los tres, lo resumía con cierta resignación: «Esto es muy sencillo. Si no trabajas, no puntúas».

El Sergas justifica la decisión

Mientras tanto, desde el CHUO dicen entender «a reivindicación destes profesionais que non se atopaban en situación de prorrogar os contratos na data do 30 de abril, ben porque foron vinculados para substituír a persoal ausente, que se reincorporou, ou ben porque estiveron a desempeñar outros contratos, en determinados días nos distintos servizos e unidades, pero en ningún caso reunían as premisas para a prórroga ao 30 de abril». Y agregan: «As medidas adoptadas son de carácter extraordinario, esporádico e xustificadas».